Una investigación de INCLIVA analizará la influencia de la flora intestinal en la salud cardiovascular
Investigadores del Grupo de Imagen Molecular y Metabolómica del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA de la Consellería de Sanitat de la Generalitat han puesto en marcha un proyecto para investigar la influencia de las bacterias en el síndrome metabólico.
El proyecto titulado "Estudio metabolómico de la interacción huesped-microbiota intestinal en la enfermedad cardiometabólica. Detección temprana, prevencion y tratamiento" cuenta con una financiación de ciento sesenta mil euros del Ministerio de Economía y Competitividad.
Según el Dr. Daniel Monleón, director del proyecto, "nos basamos en estudios previos que hemos realizado tanto en población general como en modelo animal, y que muestran asociaciones entre el riesgo cardiometabólico y la microbiota. Nuestro objetivo es confirmar esta influencia en el ser humano encontrando parámetros clínicos relacionados con el Síndrome Metabólico precoz".
Además "vamos a estudiar si mediante la ingesta de sustancias prebióticas, actuando en la flora intestinal a través de la dieta, influimos en el Síndrome Metabólico" prosigue Mónléon.
Para la realización del estudio se utilizará la metabolómica y la secuenciación masiva de genes, dos técnicas en las que INCLIVA está en la vanguardia de la investigación.
Los factores de riesgo cardiometabólico más importantes se manifiestan a menudo en conjunción dando lugar a lo que se conoce como Síndrome Cardiometabólico -tres o más de los siguientes criterios: obesidad abdominal, resistencia a insulina, hipertensión arterial, niveles bajos de HDL, hipertrigliceridemia-.
Estas enfermedades suman una enorme carga para la sociedad, tanto a través de la pérdida de calidad de vida y salud como en gasto de los recursos del sistema de salud. Su gestión clínica es muy compleja porque estas enfermedades pueden estar presentes durante años antes de presentar síntomas clínicos.
Según la Organización Mundial de la Salud, hoy en día mueren más personas en el mundo por problemas derivados de la obesidad que de hambre.
Los resultados del estudio deberían ayudar a mejorar el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares e, incluso, prevenirlas retrasando su aparición.