Infraestructuras convoca ayudas para promover la movilidad sostenible desde municipios y asociaciones
Se subvencionan iniciativas para impulsar actitudes menos contaminantes vinculadas al transporte
Los planes de movilidad, las acciones formativas y la ejecución de carriles bici son las propuestas más frecuentes de los municipios
Se trata de una línea de ayudas para sufragar hasta la totalidad del coste de actuaciones para la promoción de la movilidad sostenible y hasta un 80 por ciento del de infraestructuras dirigidas a este mismo fin. Las actividades de promoción pueden ser, entre otras, las divulgativas y formativas o planes y programas de movilidad sostenible, así como experiencias piloto. Las infraestructuras pueden englobar la planificación y ejecución de carriles bici o itinerarios peatonales, aparcamientos para bicicletas, etcétera.
Entre los criterios de valoración figuran el volumen de la población beneficiaria, la coherencia con los objetivos del programa y el carácter innovador de la iniciativa. La Conselleria de Infraestructuras y Transporte promueve esta línea de apoyo a la movilidad sostenible desde 2005 y cada año se impulsan una treintena de proyectos presentados por ayuntamientos y asociaciones, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro de toda la Comunitat Valenciana, con el objetivo de fomentar la adopción de modos de transporte alternativos a la utilización del vehículo privado motorizado, enérgicamente más eficientes, de menos impacto social y ambiental, y más saludables.
Reparto de paquetes en bici, subvenciones para adquirir bicicletas eléctricas, planes de movilidad, reorganización de rutas de autobuses, “bus a pie” para llevar y recoger a los niños del colegio, promoción del coche compartido y construcción y mejora de la red de carriles ciclistas y peatonales son algunas de las iniciativas que obtuvieron en los ejercicios anteriores las subvenciones del programa de movilidad sostenible.
El uso del transporte público, de la bicicleta o el simple hecho de caminar para realizar los trayectos rutinarios requiere de un impulso a través de infraestructuras, facilidades y acciones de formación y concienciación para su promoción. El incremento de la participación de estos sistemas en el reparto modal del transporte se traducirá en ahorro energético, reducción de contaminación, congestión e impactos asociados sobre el entorno y la propia salud.