La industria de las comarcas centrales de la CV resiste mejor la crisis por la especialización y la innovación, según un estudio de la UV
El tejido industrial de La Vall d'Albaida, L'Alcoià, El Comtat y La Foia de Castalla es diez puntos superior a la media autonómica. A pesar de que la industria de esta zona también ha sufrido los efectos de la crisis económica ha podido resistir mejor gracias a su capacidad innovadora. Otro factor fundamental ha sido la diversificación industrial de este territorio, pues a los tradicionales sectores del juguete y el textil se han sumado la industria emergente relacionada con caucho, plásticos y productos metálicos.
Un estudio realizado por la Universitat de València destaca el valor industrial de las comarcas de La Vall d’Albaida, L’Alcoià, El Comtat y La Foia de Castalla en un período de pérdida de peso industrial en la Comunidad Valenciana y en España. Se trata de una de las zonas de mayor tradición industrial de la Comunitat Valenciana que, desde finales de los 70 ha experimentado transformaciones importantes hacia un modelo basado en empresas innovadoras que organizan en su entorno a las empresas suministradoras altamente especializadas. El área concentra un elevado porcentaje de empresas industriales, el 17% del total de empresas son industrias frente al 7,5% en la región. Alrededor del 7% del empleo industrial de la Comunidad Valenciana se localiza en los 8 municipios más importantes del área, entre los que destacan Alcoi, Ibi y Ontinyent, y el número de empresas innovadoras (receptoras de subvenciones a proyectos innovadores) en el área de estudio durante el período 2004-11 asciende al 20% de la C. Valenciana.
Según el estudio dirigido por la profesora Maria Dolores Pitarch, la zona destaca por su potencial industrial, por el comportamiento innovador de sus empresas y por su saber-hacer industrial basado en su tradición y especialización productiva. Si a ello unimos el comportamiento innovador de las empresas, en general, bastante positivo, el potencial industrial es un recurso de presente destacable. Las empresas innovadoras son la base del desarrollo industrial, lo que incluye también a las empresas o sectores más tradicionales, capaces de llevar a cabo procesos de innovación en diferentes ámbitos.
En este sentido, y a pesar del impacto de la crisis, la zona sigue contando, según el estudio, con clusters relevantes en cuanto a su peso a escala regional, en los sectores del textil y el juguete, mientras que sectores que antes cumplían funciones auxiliares en sus respectivos sistemas de producción local (caucho y plásticos, productos metálicos) han pasado a convertirse en actividades básicas ligadas a cadenas de valor y mercados extra-locales, y han generado nuevas aglomeraciones de actividad industrial. Los sectores tradicionales no deben abandonarse, introduciendo en ellos un input de innovación y de conocimiento, pero, igualmente, la diversificación industrial -encontrar nuevas fuentes de crecimiento y actividad- debe ser otra meta a perseguir.
Los autores del estudio destacan que la escala municipal es insuficiente para desarrollar proyectos de entidad e inciden en la necesidad de apoyo institucional al sector industrial comarcal para no frenar su crecimiento. Esta es una realidad de la que son conscientes los gestores políticos y los empresarios, como prueba la misma iniciativa de este informe. En consecuencia, debe aprovecharse el excelente clima de cooperación interterritorial y público-privado que existe en la zona para alcanzar el necesario umbral de tamaño que permita disfrutar de economías de escala en la utilización de recursos (humanos y financieros), para desarrollar proyectos, y para conseguir visibilidad institucional y política.
Las políticas públicas territoriales y sectoriales son las que, llevando las inversiones, los equipamientos y los servicios allí donde se localiza la industria, pueden contribuir de manera notable a generar bienestar y desarrollo. La dinámica de estos sistemas productivos locales ha contribuido de forma importante a la atenuación de los desequilibrios regionales valencianos, por lo que merecen una especial consideración por parte de las políticas públicas y de ordenación del territorio.
El estudio ha sido financiado por los Ayuntamientos de Ontinyent e Ibi, y la Mancomunitat Alcoià-Comtat, y respaldado por el Vicerrectorado de Participación y Proyección Territorial de la Universitat de València y asociaciones de empresarios, como COEVAL, FERAC e IBIAE.
La directora del estudio es la profesora del Departament de Geografia, María Dolores Pitarch, miembro del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local.