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Iberdrola registra su récord de inversión, 9.246 millones de euros (+13%), con un resultado neto de 3.611 millones de euros (+4,2%)

Iberdrola registra su récord de inversión, 9.246 millones de euros (+13%), con un resultado neto de 3.611 millones de euros (+4,2%)
  • Ignacio Galán, presidente de Iberdrola: “Hemos puesto nuestro Balance al servicio de la recuperación, con inversiones récord de más de 9.200 millones y adjudicaciones a más de 22.000 empresas por 14.000 millones de euros, las mayores de nuestra historia"

  • “En esta década, prevemos realizar inversiones por 150.000 millones de euros para triplicar nuestra capacidad renovable y duplicar nuestros activos de redes”

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Iberdrola registra su récord de inversión, 9.246 millones de euros (+13%), con un resultado neto de 3.611 millones de euros (+4,2%) - (foto 2)

Iberdrola aceleró su respuesta a los retos de la transición energética, en un contexto sin precedentes, así como la marcha de todas sus actividades, que se vieron impulsadas por un récord histórico de inversiones, que alcanzaron los 9.246 millones de euros en 2020 y fueron un 13% superiores a las del ejercicio anterior. El 91% de este volumen se destinó al desarrollo de nuevos proyectos renovables y redes eléctricas para acelerar la recuperación, en línea con la estrategia del grupo.

Los progresos registrados en todas las actividades situaron el beneficio bruto de explotación (EBITDA) subyacente en 10.715 millones de euros en 2020 (+8%), si se excluye el impacto de 218 millones de la COVID-19 y el efecto del tipo de cambio, que ha sido de 487 millones de euros. Por negocios, el 75% del importe total procede de áreas reguladas (redes) y renovables, mientras que, por geografías, un 76% proviene de países con rating A. La eólica marina aporta 585 millones de euros en este capítulo, tras crecer un 72%.

El esfuerzo inversor, que batió records, y la evolución operativa, impulsó el beneficio neto del grupo en 2020 hasta los 3.610,7 millones de euros, un 4,2% más. El crecimiento sería del 10%, si se excluye el impacto de la COVID-19, que fue de 238 millones de euros durante el ejercicio. En 2021, la compañía estima alcanzar un beneficio neto de entre 3.700 y 3.800 millones de euros.

Pese al contexto complejo de la pandemia, la compañía instaló 4.000 nuevos megavatios (MW) en los últimos 12 meses -casi 3.000 MW renovables en 2020- y alcanzó los 35.000 MW de capacidad instalada renovable. Como consecuencia, las emisiones de Iberdrola se han reducido un 11% en 2020, hasta situarse en 98 grCO2/kWh y confirman su compromiso de convertirse en una compañía neutra en carbono en Europa en 2030. En 2020, sus emisiones son entre la mitad y casi tres veces inferiores a las de dos de sus principales competidores mundiales.

En 2020, Iberdrola continuó reafirmando las bases de su crecimiento futuro, aumentado su cartera de proyectos en 25 GW, hasta los 74,4 GW. La compañía cuenta ya con 17,4 GW verdes en construcción y desarrollo, de los que 8,7 GW corresponden a nuevas instalaciones solares, 4,5 GW a eólica terrestre, 2,6 GW a eólica marina, 1,2 GW a hidroeléctrica, y 400 MW a baterías.

Durante el ejercicio, la eólica marina se confirmó como uno de los vectores de crecimiento del grupo: cuenta con 1,3 GW instalados y la triplicará con la construcción en la actualidad de 2,6 GW, sin costes de emplazamiento. La cartera actual de esta tecnología suma 19 GW, de los que 9 GW están listos para su construcción y 10 GW previstos para su desarrollo en Suecia, Japón, Polonia e Irlanda. En 2020, los proyectos eólicos marinos contribuyeron al EBITDA con 585 millones de euros, tras crecer un 72%; aportación que ascenderá hasta los 2.300 millones de euros en 2030.

Por mercados, la peor evolución en España ha sido compensada por el crecimiento internacional, que aporta ya dos tercios del EBITDA. La demanda eléctrica en la Península Ibérica disminuyó un 5,1% condicionada por la crisis de la COVID-19. Iberdrola en España redujo su EBITDA un 5% y un 13% su beneficio neto en 2020. Pese a esta evolución, las inversiones aumentan un 21%, hasta 2.100 millones de euros, como reflejo de la apuesta por la recuperación verde en el país.

La retribución al accionista crece un 5% y mejoran las ratios financieras

El crecimiento en los resultados permite a Iberdrola proponer una retribución al accionista con cargo a 2020 de 0,42 euros/acción, un 5% más que en 2019. El Consejo de Administración propondrá en Junta de Accionistas la aprobación de un reparto de dividendo complementario, de 0,252 euros/acción, que se sumarán a los 0,168 euros/acción abonados en concepto de dividendo a cuenta. Para 2021, la compañía prevé la distribución de un dividendo de 0,44 euros/acción.

La compañía mejoró también las principales ratios financieras y reforzó la solidez de su balance: el cash flow o flujo de caja operativo se situó en 8.191,6 millones de euros, tras crecer un 1,6%, y la deuda se redujo un 6,4%, hasta los 35.142 millones de euros. En 2020, la compañía reafirmó su liderazgo en financiación verde, con 24.500 millones de euros disponibles bajo formatos verdes o sostenibles.

La liquidez se situó en 17.400 millones, que cubren las necesidades de financiación de 24 meses, y la compañía demostró su capacidad de acceso a los mercados. Recientemente, colocó la mayor emisión de bonos híbridos verdes de la historia: 2.000 millones de euros al coste más bajo (1,45% y 1,825%).

Avances en el Plan 2020-2025 y posición única para crecer hasta 2030

Iberdrola cuenta con una posición única para continuar creciendo en la próxima década. En este sentido, el presidente del grupo, Ignacio Galán, ha afirmado que “hemos puesto nuestro Balance al servicio de la recuperación, con inversiones récord de más de 9.200 millones y adjudicaciones a más de 22.000 empresas por valor de 14.000 millones, las mayores de nuestra historia, para sostener 400.000 empleos en nuestros mercados. En esta década, prevemos realizar inversiones por 150.000 millones de euros para triplicar nuestra capacidad renovable y duplicar nuestros activos de redes”.

La compañía avanza en su plan inversor histórico a 2025 de 75.000 millones, que ahora amplía hasta los 150.000 millones de euros de inversión hasta 2030. Este músculo inversor le permitirá alcanzar una potencia instalada de 95 GW al final de la década -multiplicará la actual por dos hasta los 60 GW en 2025- y una base de activos regulados de 60.000 millones de euros, que serán 47.000 millones en 2025. Al cierre de 2020, el valor de estos activos ascendía a 31.100 millones de euros y en 2021 seguirá creciendo hasta los aproximadamente 36.000 millones de euros (+16%), con las aportaciones de las operaciones en fase de integración: PNM Resources, en Estados Unidos, y la distribuidora CEB-D, en Brasil.

El crecimiento de los próximos años vendrá también de la mano del aumento de su base de clientes. En 2020, Iberdrola registró 43,8 millones de contratos, que prevé elevar a 48,5 millones a finales de 2021. Y serán aproximadamente 60 millones en 2025 y unos 70 millones en 2030. En este contexto, las soluciones personalizadas e inteligentes, ‘smart solutions’, aportan el 4% del beneficio neto en 2020.

Otro gran vector de crecimiento será el hidrógeno verde. Iberdrola ya desarrolla varios proyectos que permitirán la descarbonización de la industria y el transporte o movilidad pesada en España y el Reino Unido y desarrollar cadena de valor. La compañía ha presentado, además, 53 proyectos al programa Next Generation EU, que activarían inversiones de 2.500 millones para alcanzar una producción anual de 60.000 tn/año.

Estos proyectos se enmarcan en el programa Next Generation EU, que permitirán acelerar inversiones y la reactivación económica y el empleo a corto plazo y, a medio plazo, la transformación del tejido industrial. La compañía lidera 150 propuestas, que movilizarían 21.000 millones de euros de inversión en España en proyectos de generación verde, redes inteligentes, almacenamiento y eficiencia energética a través de la electrificación. Con ellos, se generarían 45.000 empleos, movilizarían a 350 empresas y contribuiría al crecimiento del PIB nacional en un 1,5%. Además, la balanza de pagos mejoraría en unos 1.000 millones de euros/año.

Las inversiones previstas y la evolución de los negocios a 2030 permitirían a Iberdrola alcanzar un beneficio neto de 5.000 millones de euros a 2025 y de alrededor de 7.000 millones a 2030.

Alineado con los resultados, evolucionará la retribución al accionista: la compañía prevé un dividendo de 0,56 euros/acción para 2025 y de alrededor de 0,75 euros por título en 2030. Esta política de dividendo representa un incremento de la remuneración al accionista del 40% en el período 2019-2025 y de aproximadamente el 90% entre 2019-2030.

Modelo de futuro sobre principios ESG

Iberdrola continuará redoblando su compromiso con los principios ESG -medioambiente, sociedad y gobernanza, por sus siglas en inglés-, que conforman la base de su modelo de negocio. Líder y pionera en la transición energética, es ya motor de transformación social y referente en buen gobierno y transparencia.

Esta apuesta ha permitido al grupo seguir actuando como motor de la reactivación económica verde: las compras a proveedores se elevaron a 14.000 millones de euros en 2020 y contribuyeron a mantener 400.000 empleos en la cadena de valor y las contrataciones durante el año se elevaron a las 3.800 personas. Asimismo, la contribución fiscal en el ejercicio asciende a 7.500 millones de euros en el mundo, de los que 3.400 millones de euros corresponden a España. En este país, la contribución fiscal alcanza un 43% del beneficio antes de impuestos y tributos.

El grupo ha puesto en marcha el plan ‘Energía para avanzar’, con el que implementará más de 350 medidas para reforzar su enfoque ESG. Como resultado, Iberdrola reforzará su liderazgo en la transición energética, fomentará la innovación, contribuirá a la generación de nuevos empleos de calidad, mejorando la calidad de vida de la población; y continuará implementando las mejores prácticas de gobierno, al tiempo que impulsa un mercado financiero sostenible.

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