Huelga de transporte y protesta de los agricultores en plena escalada de precios en España
Son varios los sectores en jaque: “Entramos en un escenario muy complejo donde la continuidad de las empresas es crítica”
En plena escalada de precios del combustible, la luz, la calefacción y la cesta de la compra, todo ello derivado del conflicto en Ucrania, la situación comienza a ser insostenible para muchos sectores que están repercutiendo sus costes pero, aun así, no encuentran la solución al continuo aumento de los precios.
El próximo lunes la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte ha convocado una huelga indefinida como medida de presión para que el Gobierno ponga solución a la gran escalada de precios. Desde la Comunitat Valenciana, la Asociación de Empresarios Valencianos del Transporte no secunda la movilización pero sí reconoce la grave situación que vive el sector.
“El precio del combustible desde que estalló la guerra en Ucrania ha aumentado un 20% y en esas condiciones es prácticamente inviable el desarrollo de la actividad, es más conveniente dejar el camión parado que seguir trabajando”, declara su Secretario General Carlos García.
En un principio el mecanismo que tiene el sector es repercutir los precios del servicio de transporte pero los clientes se resisten: “Entramos en un escenario muy complejo donde la continuidad de las empresas es crítica”. El sector se ha dirigido al ministerio de Transporte a quien le pide la adopción de medidas: “No tenemos mucha confianza, sí mucha desesperación”.
Manifestación de los agricultores
Precisamente la próxima semana hay convocada también una gran manifestación, esta vez del sector de la agricultura y la ganadería en Madrid. Tendrá lugar el domingo 20 de marzo y están convocadas asociaciones de toda España. La convocatoria estaba prevista desde hace semanas por la crisis de rentabilidad del campo pero la escalada de precios ha precipitado que se aumenten las reivindicaciones.
Desde AVA-ASAJA en la Comunitat Valenciana exigen medidas extraordinarias para aliviar la escalada de costes de producción agropecuarios –sobre todo de la energía eléctrica, los combustibles, los fertilizantes y los piensos para alimentación animal– “un cambio de rumbo drástico en las políticas agrarias europeas y españolas para garantizar el autoabastecimiento alimentario y no seguir dependiendo de países terceros como Ucrania para el suministro de materias primas esenciales tanto para la actividad a pie de campo como para el conjunto de la cadena agroalimentaria”.
También la Unió de Llauradors ha recordado el catálogo de medidas planteadas al Ministerio de Agricultura, que permitan a las explotaciones agrícolas y ganaderas sobreponerse a la situación generada por el encarecimiento de los costes de producción agravado por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania y también por la sequía.
La bolsa de la compra, cada vez más “pesada”
Mientras, las constantes subidas del precio de la electricidad, el butano y los carburantes vuelven a trasladarse a los precios de la alimentación, que han vuelto a subir en febrero y el IPC encadena ya un incremento anual del 5,6% en esta partida, tal y como acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística en los datos desagregados del mes pasado.
La subida es especialmente preocupante en la fruta fresca (3,8%), las legumbres secas o en conserva (3,1%) y, sobre todo, los alimentos para bebés (5,0%). Otros productos básicos afectados, aunque en menor medida, son la leche entera (1,9%), la leche desnatada (1,6%), el pescado congelado (1,3%), el pan (1,1%) y el queso (1,1%). También llama la atención las extraordinarias subidas de salsas y condimentos (5,2%), el agua mineral (5,1%) y los platos preparados (4,5%).