El hipertiroidismo no tratado puede afectar al sistema cardiovascular
Esta patología hace que aumente la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y el gasto cardíaco, entre otros factores importantes
Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), las enfermedades endocrinas afectan, al menos, al 5 % de la población mundial. Además, como muchas de ellas presentan síntomas genéricos, suelen confundirse con otros trastornos y permanecer enmascaradas en el tiempo, lo que puede derivar en complicaciones a largo plazo.
Tal como explica la doctora Cristina Montalbán, endocrinóloga del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “una de las enfermedades comunes es el hipertiroidismo que ocurre cuando la glándula tiroides produce en exceso las hormonas tiroideas, lo que acelera varias funciones corporales y puede provocar una serie de síntomas, tales como pérdida de peso inexplicada, aumento del ritmo cardíaco, nerviosismo, temblores, fatiga extrema y sensibilidad al calor” y afirma que “diversos trastornos como la enfermedad de Graves, los nódulos tiroideos, la tiroiditis y el exceso de ciertos fármacos, pueden causar hipertiroidismo, afectando a personas de todas las edades, pero siendo más común en mujeres y en personas mayores de 60 años”.
La importancia de diagnosticar el hipertiroidismo
Para la profesional, “el diagnóstico temprano de esta condición es esencial para evitar complicaciones graves en la salud ya que el hipertiroidismo si no se detecta a tiempo, puede generar problemas adicionales como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y, en casos extremos, crisis tirotóxica, que es una emergencia médica”.
Hipertiroidismo y sistema cardiovascular
En el caso del sistema cardiovascular, el hipertiroidismo condiciona un aumento de la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y el gasto cardíaco.
Respecto al aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia), la profesional comenta que “el hipertiroidismo acelera el metabolismo y puede causar un aumento en la frecuencia cardíaca, incluso en reposo. Esto puede llevar a una taquicardia persistente”. También puede originar arritmias cardíacas, especialmente fibrilación auricular. “Una irregularidad en el ritmo cardíaco que puede ser peligrosa y aumentar el riesgo de trombos y accidentes cerebrovasculares”, comenta la experta.