El Gobierno sigue dilatando analizar el impacto sobre la citricultura de las importaciones de naranja enferma de Sudáfrica y elude activar la cláusula de salvaguardia
Carles Mulet: “Las respuestas del Ejecutivo son para enmarcar y vuelve a decirnos, después de siete años, que sería necesario iniciar una investigación que dura un año para constatar las posibles perturbaciones”
El Ejecutivo ha vuelto a manifestar al senador y portavoz de Compromís en la Cámara Alta, Carles Mulet, sus recelos y nulo interés en reclamar a las instituciones europeas la aplicación de la herramienta de la cláusula de salvaguardia que pueden reclamar los Estados Miembros cuando estiman que fruto de acuerdos comerciales con países terceros un cultivo estatal está incurriendo en algún perjuicio.
En su respuesta, lo que primero que antepone el Gobierno es que no dispone de competencia en política comercial, al ser exclusiva de la Unión Europea y que se trata de una medida “muy excepcional”. “No es, por tanto, algo que pueda decidir el Gobierno de EspanÌa de forma unilateral”, asegura el Gobierno al senador en su respuesta “aunque si es algo que puede reclamar España, como hizo en su día Italia en defensa de su arroz y no lo está haciendo”, recuerda Mulet.
Para el representante valenciano, que ha reclamado en forma de mociones, preguntas orales y escritas al Gobierno esta reivindicación que la coalición valencianista ha trasladado de los productores locales y organizaciones agrarias, “volver a vivir este bucle es desesperante, ya que ante unos evidentes resultados que desplomaron las cifras económicas de nuestras importaciones de cítricos, inundaron mercados de naranjas y ahora de mandarina y que han traído toda clase de problemas fitosanitarios, nos vienen ahora con que antes es necesario iniciar una investigacioÌn que dura aproximadamente un anÌo”, una fase en la que se comprueban si se dan las condiciones para ello. Es decir se debe constatar un aumento de las importaciones y en condiciones tales que causen o amenacen causar perturbaciones de los mercados de productos agriÌcolas directamente competidores en el territorio de la UnioÌn.
“Ese no es el modelo de Unión que queremos los valencianos y rechazamos un Gobierno que no solo no está defendiendo nuestros sectores productivos, sino que nos contesta con respuestas tan imprecisas como que ‘no parece que se den las circunstancias’ o que ‘si parece necesario un seguimiento de las importaciones de Sudáfrica y otros países terceros’, algo que nos enfurece que se afirme sin ni siquiera mostrarnos un análisis riguroso de la situación y del impacto de tratados como el de Sudáfrica, que fue rechazado en solitario por Compromís en el Senado y que ya debería estar redactado desde hace años”, concluye.