Telmo Gadea: “Nos reactivaremos como un dominó, es fundamental celebrar las Fallas 2021, es la clave”
El presidente de la Federació de Falles de Gandia ve el verano como la mejor opción de celebrar las fallas adaptadas a la pandemia
Telmo Gadea es un vecino de Gandia, fallero e involucrado en la vida festiva de la ciudad. Tanto es así que preside la Federació de Falles de Gandia, además de ser la voz de un colectivo que hoy en día se encuentra tocado y muy nostálgico.
Por segundo año consecutivo el COVID-19 ha arrebatado a todos los falleros y comisiones la ilusión de plantar sus monumentos, celebrar sus fiestas más esperadas y quemarlas el señalado 19 de marzo para volver a resurgir y reactivar las esperanzas en el siguiente ejercicio.
Los falleros han superado ya los días más importantes sin las fiestas josefinas, algo que no entraba en la cabeza de ninguno de ellos hasta que irrumpió esta crisis sanitaria.
Gadea, desde su visión particular y análisis de la situación fallera en Gandia, expresa los sentimientos que vive en unos días que deberían enfocarse en la celebración por las calles, en llenar los casales falleros de ambiente festivo y de ver, hasta mañana, los monumentos plantados en cada una de las calles gandienses.
El presidente de todos los falleros de la ciudad se abre para elperiodic.com y marca las líneas más importantes para la recuperación y reactivación de las fallas.
¿Qué es lo primero que piensas estos días falleros sin poder celebrar las fiestas que presides?
Pues, que por mucha imaginación que pudiera emplear, no podría haber pensado una situación tan distópica como la que hemos pasado, y en cierta forma, todavía estamos pasando.
No es solo la ausencia de los actos falleros. También la ausencia de las amistades y de los seres queridos y estimados que hemos cultivado a las fallas. Esto no me lo quito de la cabeza.
Cómo echo de menos las reuniones, las partidas de truco, el teatro fallero, las presentaciones, la música, mascletaes, ...
Es difícil no estar nostálgico.
¿Le invade la nostalgia estos días?
Sí, no lo puedo negar. Creo que más que en marzo de 2020.
Porque la situación y la espera está haciéndose muy larga. Hay días que tengo el ánimo más elevado, pero otros me cuesta.
El otro día mis cuatro hijos me decían: “qué pena más grande, no?”.
Y así es, efectivamente.
¿De qué tiene más ganas en jornadas tan importantes como estas?
De reunirnos todos. Y justamente es lo que está expresamente prohibido.
¿Habría imaginado ser el presidente de la Federación de Fallas de Gandia y tener que ver obligado a cancelar dos años consecutivos?
En absoluto. Ciertamente la primera legislatura fue compleja. Complicada con frentes abiertos que no habíamos tenido nunca. Situaciones, una detrás de otra, y que suponían problemas y dolores de cabeza, algunos realmente difíciles de llevar.
Pensamos que la segunda legislatura tendría un cariz más constructivo, que ya habíamos tocado fondo en algunos temas.
Pero mira, estábamos equivocados, la realidad ha superado a la ficción.
¿Cuál es la clave para el resurgimiento de las fallas de Gandia?
En dos palabras: FALLAS 2021.
Esta es la clave. No otra.
Si la situación pandémica lo permite (cosa que no me canso de repetir) es prioritario celebrar las fallas y cerrar el ejercicio que todavía permanece abierto. Y lo tenemos que hacer en primer lugar, por las Falleras Mayores, Alba y Sandra, y por todos los representantes de los años 20-21: reinas, presidentes y presidentas y cortes de honor.
En segundo lugar, por todo el resto del colectivo fallero.
Y en tercero, por todo el tejido empresarial, por los autónomos y los trabajadores que viven directa o indirectamente del mundo de la fiesta. Con todos ellos tenemos que renovar el compromiso que cogimos ya hace año y medio: darles el mejor año de su vida fallera.
Por eso lo digo y hace 12 meses que lo repito, desde el mismo día de la suspensión de las fallas en marzo de 2020: las fallas las tenemos que celebrar cuesto el que cuesto.
Ahora bien, lo haremos siempre que la situación lo permita, cosa que no depende de nosotros. Lo haremos con todas las medidas de seguridad e higiene, sin poner a nadie en peligro, ni a los participantes falleros, ni al público que nos acompañe.
Lo haremos respetando y observando todas las normativas, como no puede ser de otra manera. En definitiva, con el máximo respeto a la ciudadanía y en nuestro pueblo. Y esto tiene que ser compatible con hacer unas fallas dignas, que sean un recuerdo positivo - al fin - para todos y todas las representantes.
Lo que sí que tenemos que asumir, es que las fallas 21 en ningún caso serán como las de 2019. Esto lo tenemos que tener claro, porque todos los aspectos de la vida han cambiado radicalmente y las fallas, también.
¿Cómo se recupera al sector?
Si nos referimos al sector asociativo, es decir, a las falleras y falleros que forman parte de las comisiones, pienso que una vez se recupere la normalidad, no costará mucho volverlos a movilizar.
La gente está deseosa de celebrar las fallas; hay una melancolía instalada por haber pasado dos años sin la celebración de la fiesta y sin monumentos en la calle.
Entonces, cuando empezamos, se volcará todo el mundo, no tengo ninguna duda.
Otra cosa será recuperar las cuotas perdidas por efecto de la pandemia. Hay personas afectadas al trabajo con ERTES y ERES, que tendremos que esforzarnos para recuperar para las fallas.
¿Por donde pasa el objetivo de salvar los artistas falleros, a los pirotécnicos y a los indumentaristas?
El sector empresarial fallero se salvará cuando haya fallas. Lo tengo clarísimo.
Las empresas han recibido ayudas de diferentes planes de salvamento, pero esto es una solución temporal.
Se necesita trabajar y mover la economía, y esto ocurrirá cuando saquemos las fallas a la calle y nos vistamos con la indumentaria tradicional.
Como si se tratara de un dominó, todos irá reactivándose despacio: peluquerías, floristerías, empresas de espectáculos, etc.
¿Qué pasará con los dos monumentos que ya han acumulado las fallas y que no han podido plantar ni quemar? ¿Veis alguna solución?
Los que estaban previstos quemar en marzo del 2020, y que están guardados a los talleres de los artistas, en naves o a los tinglaos del puerto de Gandia, tenemos que ser optimistas y pensar que se quemarán en el segundo semestre del 2021.
Por lo que respecta a los que algunas comisiones ya han contratado para el 2022, tiene que seguir su camino hasta que llegue el tiempo de su “cremà”. No todas las fallas han optado por esta opción, la de la contratación del 22.
Pero si celebramos las fallas 21, sí que tendrán que empezar a encargar los monumentos por el año que viene.
¿Con qué garantías cuenta Gandia para poder celebrar las fallas cuanto antes mejor?
Las garantías a medio plazo son difíciles de concretar. Vamos día a día, paso a paso. Nos hemos puesto la meta del segundo semestre para celebrar fallas: esto, si lo centramos en los meses de verano, nos hace tener un tiempo muy favorable para hacer actividad al aire libre.
Implicaría, renunciar en el espacio cerrado que implica el casal y trabajar en actos en exterior.
Por lo tanto, creo que dada la circunstancia, el buen tiempo puede ser una garantía de celebración.
¿Cree que hasta que toda la población esté vacunada contra la COVID-19 no se podrán celebrar las fallas y grandes acontecimientos?
No soy yo quien tiene la respuesta; tampoco creo que la tengan a día de hoy las autoridades pertinentes.
Lo que sí que tengo claro es que, si se promueve una reactivación turística intensa en toda España y en concreto en Gandia, esto puede ser y tiene que ser compatible con una celebración de las fallas 21 en el segundo semestre.
Y, como siempre y no me canso de recordar, con todas las restricciones y medidas que se establezcan al efecto.
¿Necesitan más ayudas públicas las fallas de Gandia?
Como he dicho antes, las ayudas son siempre bienvenidas. Pero los sectores se salvarán únicamente si se trabaja para hacer planes de seguridad, planes de contingencia y podamos finalmente celebrar fallas.
Si lo conseguimos, si somos responsables, renunciamos a todo aquello que no esté permitido, y si las administraciones de una vez por todas se deciden a atender el fenómeno fallero, no harán falta ayudas: renaceremos, como lo hacen los monumentos todos el 19 de marzo. Es el único camino.
El trabajo de la administración con el colectivo festero es imprescindible que sea codo con codo. Gandia ha sido representada en la mesa de seguimiento de las fallas con la Junta Central Fallera y el resto de Juntas Locales.
Y nuestra posición es inequívoca: necesidad imperiosa de norma autonómica sobre las fallas (y en general la actividad festiva) en época puesto COVID, y la creación de una unidad administrativa a nivel también autonómico que concentro todo el que respeta en las fiestas. Esa es nuestra aportación a la mesa de seguimiento.
¿Qué es el que más le pide a los falleros?
Primero, ruego por todos los que han perdido la vida o han perdido un familiar.
En mis pensamientos están con los amigos y amigas que han sufrido la enfermedad.
Pido que tengan paciencia y que mantengan el espíritu y el ánimo elevado.
No voy a pedirlos responsabilidad: no han dejado de tenerla desde el mismo día de la suspensión de las fallas.
Nos hemos comportado ejemplarmente: ninguna persona puede hablar de incidentes o comportamientos incívicos, incluso delictivos, en ninguna falla de Gandia.
Hemos respetado la norma absolutamente; por lo tanto, pedir responsabilidad es una incongruencia.
Los pido mantener la esperanza para poder llegar a las fallas 2021.
Y que lo hagamos unidos de la manera más cordial. Así demostraremos la fuerza de las fallas de Gandia y que somos ciudad fallera.