A prisión por matar a su amigo en Gandia y prender fuego a la casa con el cadáver dentro
"Le propinaron numerosos golpes en la cabeza que la causaron lesiones incompatibles con la vida", explica la sentencia
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a penas de 26 años y de 25 años y tres meses de prisión, respectivamente, a un hombre y una mujer que mataron a un amigo el 9 de febrero de 2023, le robaron y quemaron luego su piso en Gandía.
La magistrada que presidió este juicio aplica así el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular el pasado 13 de noviembre, tras el juicio oral celebrado unos días antes.
La sentencia considera a ambos acusados autores de los delitos de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, incendio con riesgo para las personas y robo con violencia. Por este último delito, el tribunal aprecia la agravante de reincidencia en el caso del hombre ahora condenado.
Los dos penados deberán indemnizar con 20.000 euros a cada una de las dos hermanas que tenía la víctima en concepto de responsabilidad civil.
Además, tendrán que abonar a la compañía aseguradora del inmueble donde ocurrieron los hechos la cantidad de 2.550 euros por los desperfectos causados por el fuego en el edificio.
El tribunal popular, que rechazó avalar cualquier solicitud de indulto que pudiera presentarse por los reos, consideró probado que ambos acudieron a las 10:40 horas del día de los hechos, a la casa de la víctima, en Gandía, con la que les unía cierta relación de amistad.
Allí le atacaron con un hacha de carnicero y un arma blanca - un cuchillo de cocina o similar- con los que le propinaron numerosos golpes en la cabeza que la causaron lesiones incompatibles con la vida.
En ese ataque, según el jurado popular, se valieron de su superioridad numérica respecto del agredido. Ambos encausados actuaron de común acuerdo y con la intención de acabar con su vida o aceptando que su conducta podía provocar la muerte al agredido.
Tras cometer el crimen, le robaron dos anillos que siempre llevaba puestos y un teléfono móvil y, antes de huir de la vivienda, prendieron fuego al sofá del comedor, pusieron sobre el mismo el cadáver y depositaron encima de él ropa con la intención de que actuara como material combustible.
Agentes de Policía Nacional consiguieron controlar el incendio con extintores hasta que llegaron los bomberos, que lo extinguieron en su totalidad. No obstante, el fuego produjo desperfectos tanto en la vivienda como en el edificio.
La sentencia no es firme y contra la misma se puede presentar recurso ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.