GANDIA | REPORTAJES

Los padres están “realmente preocupados” por el riesgo de la vuelta al cole de sus hijos

IÑAKI LÓPEZ - 27/08/2020 | Fotógrafo: Natxo Francés

Aunque son conscientes de la necesidad de volver a sociabilizarse de sus hijos, alertan de la “alta probabilidad de que se contagien”

Al salir a la calle, hoy en día, una de las preocupaciones más recurrentes de padres y madres es cómo va a ser la vuelta a los colegios de sus hijos. A escasos días de empezar el mes de septiembre y con el regreso a las aulas más cerca que lejos, todavía no hay certezas tranquilizadoras para esos padres que tienen a sus pequeños en casa sin colegio desde hace algo más de seis meses.

En los habituales chats de la clase en los que los padres se enteran de las cosas de sus hijos no se habla de otra cosa que del miedo de unos, de la preocupación de otros y de la necesidad de que vuelvan al colegio de otros.

Hay pensamientos para todo tipo de escenarios, pero todos coinciden en que la vuelta al cole de sus hijos supone un “alto riesgo de contagio primero para ellos y después para todos los que tenemos contacto con ellos al volver a casa”.

Esta misma mañana elperiodic.com ha salido a la calle para encontrar las reacciones de esos padres y madres que ven a la vuelta de la esquina la reapertura de los colegios. Una de ellas, madre de una pequeña de 4 años, explica que “después de mucho tiempo sin ir a clase y de seguir estrictamente todas las normas de seguridad contra el COVID-19, es cierto que supone un riesgo que ahora vuelva a juntarse con todos los nenes y nenas de su clase que yo no sé si han cumplido durante este tiempo o si no lo han hecho, por lo que es realmente un riesgo que se junten todos y puedan contagiarse unos a otros porque son pequeños y no entienden las distancias sociales como podemos hacerlo los adultos”.

Sigue su relato abriendo otro de los puntos clave: “Lo anterior no quita a que tanto mi hija como los demás pequeños es evidente que necesitan ya volver a sociabilizarse con los de su edad, volver a jugar y salir de una vez de casa para también tener una rutina y una disciplina que los profesores marcan en las clases y que después de tantos y tantos días en casa es imposible de cumplir”.

Siguiendo con las impresiones recogidas por este digital, encontramos a un padre que la controversia le lleva a dos puntos muy diferenciados: “Por una parte tengo un hijo mayor, en Bachillerato, que entiendo que ya es consiente de la realidad de la pandemia y tanto él como sus compañeros respetarán las normas del colegio, aunque el riesgo existe; por otro lado tengo a otro pequeño, en Primaria, al que va a ser difícil frenarle los impulsos de abrazar a sus amigos y de que al pasar un rato en el aula y en el patio se les olvide lo que hay fuera del colegio y hagan las cosas normales de su edad”. Ante estas dos situaciones, el padre explica que “el riesgo alto existe para los dos, aunque todavía es mayor sabiendo que después llegan los dos a casa y comparten todo como una familia más”.

Otra madre, de una pequeña en Infantil y de otro en Primaria, afirma que “los protocolos que nos han enviado desde el colegio nos dan cierta tranquilidad a priori, aunque la dificultad va a venir cuando lo pongan en práctica y se den cuenta de que a muchos pequeños va a ser muy difícil de controlar por la edad”. Explica que “meter a 20 o 30 alumnos en una clase es un riesgo muy alto en estos momentos en los que los contagios no dejan de subir día a día, pero ya no solo en el colegio, sino en cualquier parte; tanto es así que si prohíben las reuniones de más de 10 o 15 personas no entiendo cómo ven tan factible que los niños vuelvan al colegio y no tengamos miedo al riesgo”. Sigue su relato recordando algo muy típico en cada vuelta al cole: “Todos los años, antes de la pandemia del Coronavirus, de septiembre hasta las vacaciones de Navidad lo más común entre los niños era que llegaran a casa constipados y con la gripe por el contacto entre unos y otros, así que este año con el virus en cuanto lleguen con esos síntomas vamos a poner el grito en el cielo y lo vamos a relacionar con la pandemia por lo menos hasta que les hagamos la prueba PCR y descartemos o confirmemos que se trata de la gripe común o del COVID-19; esto supone que vamos a encontrarnos con esta situación prácticamente a diario”.

Estos tres relatos recogidos a escasos días de la vuelta al cole mantienen su nivel de preocupación alto, aunque todos ellos afirman que sí llevarán a sus hijos e hijas al colegio “porque la necesidad de sociabilizarse con los de su edad es ya bastante evidente, necesitan la disciplina de los profesores y nosotros como padres tenemos que trabajar presencialmente, así que por lo menos los primeros días acudirán a las clases y valoraremos la situación conforme avancen los días”.

Por último, el último testimonio llega de otro padre visiblemente enfadado y tenso por las preocupaciones, pero prefiere lanzar una pregunta: “¿Qué pasa si en la clase de mi hija hay alumnos con síntomas?, o peor todavía, asintomáticos, no lo sabré ni yo, ni mi hija, ni el colegio ni nadie, por lo que estaré poniendo en riesgo su salud por llevarla a clase”. “Si mi hija se contagia, me sentiré responsable por haber decidido llevarla a clase con la cantidad de infectados que vemos a diario, pero lo más importante no es cómo me sienta yo, sino que puede traerle consecuencias complicadas de salud tanto a ella como a nosotros como padres”, afirma el progenitor. El padre se encuentra con el siguiente problema, ya que tiene que encontrar con quién dejar a su hija durante el tiempo en el que trabaja: “Son problemas encadenados, ya que si quieres proteger a tu hija de que se contagie en una clase, tengo que encontrar preciso dónde dejarla porque tanto yo como su madre tenemos que trabajar; y claro, la primera opción que nos viene a la mente son los abuelos pero tenemos que darnos cuenta que son el grupo de edad de mayor riesgo, así que una solución para nosotros no puede ser crear otro problema poniendo en riesgo a los abuelos. La realidad es mucho más compleja de lo que pensamos, pero hay que tomar decisiones y encontrar una solución que no cree otras dificultades, por lo que la incertidumbre a escasos días de que tenga que empezar el colegio es tremendamente grande”.

Al contrario que los tres anteriores, este último afirma que al ser tantas las dudas que tiene, “no llevaré a mi hija al colegio hasta que la situación mejore, porque lo que va a pasar creo que lo podemos sospechar todos, no creo que las clases duren mucho más de dos semanas porque los contagios van a ir en aumento”.

Entran en juego dos conceptos controvertidos, ya que por una parte los padres y madres son conscientes de que sus pequeños deben volver a las aulas para seguir su formación y tener una disciplina diferente a la de casa, pero por otro lado es palpable el miedo ante la alta probabilidad de que puedan contagiarse de Coronavirus entre unos y otros y después lo expandan en casa y con el resto de familiares, por los que hay que por sus motivos laborales no tendrán otra opción que dejar a sus hijos en las aulas y otros que han decidido encontrar otras opciones para dejarles y no exponerles a que se junten con 20 o 30 compañeros más y que el virus pueda expandirse en multitud.