GANDIA | ENTREVISTAS

El ocio nocturno de Gandia se pronuncia: “A los que cumplimos las normas deberían dejarnos trabajar y a los que no, cerrarles”

IÑAKI LÓPEZ - 22/07/2020 | Fotógrafo: Falkata

La propietaria de Falkata considera que la orden de cierre es “muy injusta” y que “hemos pagado justos por pecadores”

Uno de los principales reclamos de los jóvenes cada verano es la discoteca Falkata, en la playa de Gandia, un lugar de concentración que alberga a una gran cantidad de personas cada noche. Esto ocurría en los veranos anteriores, cuando el COVID-19 todavía no había irrumpido en la normalidad del día a día.

Ahora, inmersos en este verano sin precedentes por la pandemia del Coronavirus, Falkata y el resto de pubs y discotecas de la playa de Gandia han tenido que acoplar sus servicios a las nuevas normas de seguridad sanitaria.

En el caso concreto de Falkata, han hecho una importante inversión para adecuar toda su zona y reconvertirse en un espacio en el que poder consumir de manera segura a la vez que escuchan música desde primera hora de la tarde. Para ello, toda la terraza la han reestructurado para que todas las personas que entren estén debidamente espaciadas y cumplan con el distanciamiento social, ya que se ha suprimido la pista de baile y todos tienen que estar sentados alrededor de las mesas con la limitación del número de grupos que entran hasta completar el aforo permitido por la situación.

Todo esto no sirve de nada tras la última decisión que la Conselleria de Sanitat anunció el pasado sábado, en la que decretaba el cierre inmediato de todo el ocio nocturno de Gandia por ser la ciudad que más número de contagiados acumula en la Comunitat.

Tras el cierre de estos pubs y discotecas, la reconocida propietaria de Falkata y de otros establecimientos relacionados, Aida Berenguer, ha hablado en exclusiva con elperiodic.com para manifestar su disgusto con la decisión de la Conselleria y poner de manifiesto el cumplimiento estricto de las normas sanitarias en todos sus locales.

“Lo primero que no entiendo es que de una medida como esta nos hayamos enterado por la prensa y que nadie nos lo comunicara a nosotros, a los responsables, antes de que saliera”, afirma Berenguer.

La propietaria de Falkafa califica la decisión como “muy injusta” y hace un llamamiento a la coherencia: “los establecimientos de ocio nocturno que no cumplan con las normas sanitarias que les obliguen a cerrar y les sancionen, pero a los que hemos trabajado mucho para cumplir todas las medidas y garantizar la salud de los clientes que nos dejen trabajar”. La conclusión que extrae es que “hemos pagado justos por pecadores”.

Berenguer lanza la propuesta de que “cada negocio sea estudiado individualmente y se analice quiénes cumplen y quiénes no, porque de esta manera tan solo se cerrarán los que no cumplen las nuevas normas de aforo, distanciamiento social y mascarilla obligada, pero los que exigimos a nuestros clientes que todo esto lo cumplan para poder estar en nuestra discoteca lo más justo es que nos dejen seguir trabajando”.

La propietaria confiesa que en Falkata “se estaban haciendo muy bien las cosas y los clientes aceptaban a la perfección el cumplimiento de todas las normas sanitarias”, por lo que afirma que tras decretar el cierre están siendo “los días más duros y complicados que recuerdo”. En esta misma línea, recalca a este digital su preocupación por los más de 80 trabajadores directos de los que dispone su negocio y que ahora se encuentran parados, pero de la misma manera afirma que “irremediablemente no está en mi mano la solución”.

Una decisión de este calado “creo que no se debería generalizar, porque si la solución fuera cerrar todo el ocio, no dudéis que seríamos los primeros en cerrar todos nuestros negocios, la salud está por encima de todo, pero cumpliendo con todas y cada una de las normas de seguridad sanitaria garantizamos el local”. Es por esto por lo que pide que se analice cada establecimiento por separado con el objetivo de cerrar y sancionar a los que no cumplan y dejar abrir y trabajar a los que “hacemos un esfuerzo muy grande para que nuestros clientes estén lo más seguros posible y disfruten del servicio”.

Ahora está instaurado un clima de incertidumbre ante la situación, ya que la obligación del cierre de todo el ocio nocturno en Gandia va a permanecer, como mínimo, hasta el próximo día 1 de agosto. El miedo de este sector es que, si el brote de COVID-19 no se ha controlado y la cifra de casos positivos sigue aumentando, el cierre se alargue en el tiempo y sus negocios tengan que seguir cerrados a cal y canto mientras pasan los días en los que más beneficio obtenían, ya que la playa de Gandia es uno de los reclamos más cotizados por los jóvenes en busca de diversión veraniega. Llegados a este punto, Berenguer apunta que con esta decisión “han provocado que los jóvenes se vayan a poblaciones cercanas a Gandia y aumenten los botellones en las calles, cosa que es mucho más insegura que estar dentro de una discoteca al aire libre con la exigencia del cumplimiento de todas y cada una de las medidas de seguridad sanitaria”.

Los responsables del ocio nocturno se han reunido con el Ayuntamiento de Gandia para proponer todo lo que la propietaria de Falkata analiza en estas líneas y mostrarles su malestar ante la decisión. La respuesta que han obtenido por parte del consistorio ha sido que se trata de una decisión de la Conselleria de Sanitat y deben aceptarla tal y como es.

“El desastre económico que nos puede suponer este cierre es, de momento, incalculable”, admite la propietaria de Falkata, Aida Berenguer, antes de poner punto y final a una entrevista provocada por una circunstancia que nunca hubiera deseado.

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