Los monumentos falleros pasarán el verano en la playa de Gandia

La crisis provocada por la pandemia del Coronavirus ha obligado a muchos colectivos a encontrar soluciones rápidas antes los graves problemas con los que se han encontrado sin previsión alguna. Uno de estos sectores fue el de las fallas, que se convirtieron en el primer gran evento suspendido por el COVID-19. La gran fiesta de los valencianos se canceló apenas un día antes de que los monumentos falleros salieran a las calles de Gandia y los artistas empezaran a darles forma pieza por pieza. La drástica decisión vinculada directamente con la pandemia se comunicó en una asamblea extraordinaria en la que incluso participó la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, junto a todos los presidentes de las comisiones falleras y los miembros de la Junta Local Fallera de Gandia (JLF). Con el paso de los meses y visto cómo estaba la situación del Coronavirus, las fallas del año 2020 se celebrarán en marzo del 2021 manteniendo a las máximas representantes de las fiestas.

Esto ocasionó un problema ante el que nunca antes habían tenido que hacer frente ni el consistorio ni los responsables falleros. Los monumentos falleros estaban a punto de llegar a las calles y dejar, como cada mes de marzo, los talleres donde se habían confeccionado. El grave problema llegó porque algunas comisiones falleras de Gandia no disponen de un local lo suficientemente grande como para guardar sus piezas todo un año, hasta el próximo marzo, por lo que solicitaron una solución al Ayuntamiento y a la Junta.

La vía propuesta por el consistorio y previamente consensuada con la JLF y por la Autoridad Portuaria de València ha sido la de habilitar los tinglados del puerto de Gandia que se encuentran vacíos y sin actividad para almacenar en ellos los monumentos falleros. Las comisiones falleras que quieran disfrutar de este servicio nuevo tenían hasta el pasado miércoles para solicitarlo, ya que el consistorio tenía que tener una previsión de los metros cuadrados que iba a necesitar cada una de ellas para sus piezas.

Tal y como han explicado a elperiodic.com responsables de las comisiones falleras de Gandia y de la JLF, hay fallas que no lo han solicitado porque han encontrado otras vías de almacenamiento y hay otras que sí necesitan de este servicio y guardarán sus monumentos en los tinglados del puerto de Gandia hasta el próximo mes de marzo, cuando esperan sacar sus fallas y plantarlas en sus lugares habituales tras todo un año en el dique seco.

Los gastos económicos que pueda suponer hacer uso de los tinglados como almacén fallero correrán a cargo del Ayuntamiento de Gandia, que es el organismo público que ha llegado al acuerdo con la Autoridad Portuaria de València.

En principio, y a falta de la asamblea fallera del próximo uno de julio, ni las comisiones falleras ni la JLF tendrán que hacer frente a los gastos económicos.

Lo único que tendrá que pagar cada falla será el transporte de sus monumentos desde sus talleres de origen hasta los tinglados del puerto, ya que esto supone un cambio de ubicación y necesitarán el transporte adecuado para llevarlas al resguardo que las cuidará hasta el próximo mes fallero de 2021.