GALERIA| La parroquia de San José se convierte en el centro religioso, patrimonial y cultural del Raval de Gandia
El arzobispo de Valencia monseñor Enrique Benavent dedica el templo y consagra el altar ante la presencia de más de medio millar de fieles.
El 14 de enero de 2024 pasará a la historia de la Parroquia de San José de Gandia. Este será el día en que el arzobispo de Valencia monseñor Enrique Benavent Vidal dedicó el templo y consagró el altar. Si el entonces arzobispo de Valencia san Juan de Ribera, cuya memoria celebraba la Iglesia de Valencia en este domingo, fue el que erigió la Parroquia para el Arrabal y los moriscos de Gandia por allá el siglo XVI, hoy en el siglo XXI ha sido el actual arzobispo de Valencia Enrique Benavent, quien lo ha consagrado.
A las 11.30h daba comienzo la liturgia con una monición de entrada que contaba los rasgos más importantes de la historia del templo. Posteriormente, llegados el clero al altar, era el arquitecto de las obras Rafael Hueso, quien presentaba, al arzobispo de Valencia y al más de medio millar de fieles que se había congregado para participar en la Misa, los principales rasgos de la obra realizada, finalizando su discurso con la entrega de planos y proyectos al arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent Vidal.
Tras la proclamación de las lecturas le seguía la homilía. Monseñor Benavent destacaba el deseo de que la Parroquia de san José “sea para esta ciudad – Gandia – y especialmente para la feligresía de esta Parroquia, un lugar dónde podamos escuchar a Dios con su voz y con su Palabra.” Además, destacaba de la liturgia de dedicación dos aspectos: El primero de ellos el de la belleza de Dios, “toda la reforma que se ha hecho es una expresión de la belleza de Dios”. El segundo es una llamada a los cristianos. Se preguntaba el arzobispo de la Iglesia valentina, “¿cuál es la belleza del templo de Dios? La belleza de la Iglesia son los fieles”. “Las piedras las contemplareis, pero lo más hermoso de la Iglesia son los fieles. Evoca la santidad a la que hemos sido llamados. Y nos recuerda que la Iglesia es Cristo y que todos estamos llamados a ser santos,” ha precisado monseñor Enrique Benavent.
Posteriormente ha seguido la liturgia propia de esta celebración única e irrepetible en la historia de las parroquias: el canto de las letanías invocando la intercesión de los santos; la inserción de las reliquias en el altar que, en concreto, han sido tres: la de san Josemaría Escrivá de Balaguer; la de la Beata mártir Josefina Monrabal, religiosa de san José de Gerona e hija de la Parroquia, junto sus compañeras mártires; y la del Beato mártir Carlos López Vidal. Con ello se ha querido simbolizar las tres formas de vida en la Iglesia Católica: el sacerdocio por san Josemaría, la vida consagrada por la hermana beata Josefina y sus compañeras mártires, y la vida laical por el beato mártir Carlos López Vidal. A la inserción de las reliquias le han seguido los siguientes ritos, los cuales han causado una gran devoción entre los fieles: la oración de consagración, la unción del altar y las paredes con el Santo Crisma, la incensación del altar y el templo, así como la iluminación del mismo. Al finalizar este rito de iluminación la feligresía ha respondido con un fuerte aplauso, pues entre toda la obra, el retablo del altar mayor, cuyas pinturas pertenecen a José Manuel Pozo, lucía públicamente en todo su esplendor.
Tras la litúrgica eucarística y haber llevado el Santísimo a la capilla del Sagrario, ha sido el párroco Priscilio Ruíz Picazo quien ha tomado la palabra. Como acción de gracias ha señalado la presencia de todos: sacerdotes, religiosas, autoridades municipales, y representantes de todas las asociaciones religiosas, culturales, sociales y festivas del barrio del Raval y de la ciudad de Gandia. Ha agradecido también el trabajo del arquitecto, del pintor y del constructor, todos ellos presentes en la celebración. Pero ha tenido unas palabras simpáticas con el arzobispo de Valencia, ya que para demostrar que no ha sido casualidad sino “intercesión de la Providencia Divina” la presencia de monseñor Enrique Benavent Vidal como arzobispo de Valencia en esta celebración, así como otros acontecimientos en la historia del acabamiento y conclusión de la parroquia de la postguerra. El párroco del Raval de Gandia ha contado una historia de cuándo estaban juntos en el Seminario, ya que ambos son del mismo curso y estudiaron en el inicio de su formación en el Seminario Mayor situado en Moncada. Allí hubo un año que representaron una obra de teatro, y en esa obra el actual arzobispo de Valencia salía como obispo. Por eso, Priscilio Ruíz ha precisado: “¿quién nos iba a decir, querido don Enrique, que aquel que nos hizo de obispo en el teatro, hoy es en verdad nuestro arzobispo? Gracias don Enrique, por todo lo que hace por nosotros los sacerdotes y sus parroquias.” Sin embargo, la respuesta del arzobispo de Valencia, dirigiéndose a los fieles, ha dicho que “en aquella obra de teatro lo que don Priscilio no ha contado, es que él hacía de Papa”. A lo que toda la feligresía sonriendo ha evocado con un caluroso aplauso.
Finalmente, se la ha entregado al arzobispo de Valencia una réplica de la pintura central del retablo “inaugurado” en el día de hoy domingo 14 de enero y realizada por el mismo pintor Jose Manuel Pozo. Se trata de la imagen de san José en la que manda a un ángel custodiar su iglesia: la Parroquia de san José del Raval de Gandia.
El día de hoy, sin lugar a dudas, será un día recordado e histórico, tanto para la parroquia, así como para la ciudad. Cada 14 de enero será solemnidad en la Parroquia y se celebrará la Misa del aniversario de la dedicación.
Con ese fin se ha descubierto también una placa de mármol que recuerda esta efeméride, y que, sin lugar a dudas, convierte a la iglesia de san José en el centro religioso, cultural y patrimonial del barrio del Raval de la ciudad ducal de Gandia.
Regalo de la Fundación Espurna al arzobispo de Valencia
Entre los presentes se encontraban los miembros de la Fundación Espurna, la familia gandiense García Sabater. Al finalizar la eucaristía esta familia, muy vinculada a la Parroquia de san José, pues su Fundación tiene la sede en esta iglesia, ha querido tener el detalle de regalar al arzobispo de Valencia una imagen de la patrona de Gandia y de Valencia: la Mare de Déu dels Desamparats.
La imagen de la Mare de Déu dels Desamparats regalada tiene un matiz especial. La Fundación Espurna busca ayudar a que las personas con discapacidad tengan una buena realización en su vida. A través del trabajo de estas personas buscan recursos y les ayudan a que tengan una salida profesional, y así puedan vivir con la mayor normalidad posible.
Como signo de los trabajos que realizan le han hecho entrega de esta figura de la Mare de Déu, y le han pedido que encomiende en sus oraciones toda la tarea que emprenden desde la Fundación. A lo que el arzobispo les ha dicho que seguro que les encomienda y les ha felicitado por toda la labor que realizan en favor de las personas con discapacidad, mostrando un gran interés por toda su obra.