SOCIEDAD

El futuro de À Punt, más “incierto” que nunca a un mes de las elecciones

LUCÍA GÓMEZ - 29/03/2019

Las pérdidas de la televisión pública superan los 48 millones de euros y la audiencia de los informativos no alcanza el 2% de share

¿Continuará À Punt en marcha la próxima legislatura? Esta es la pregunta que más preocupa a los miembros del Consell a un mes de las elecciones, conscientes de que el futuro de la televisión autonómica es inseguro debido a la escasa audiencia. De hecho, las cuentas del cierre del último ejercicio presupuestario, revelan que en 2018 la cadena perdió más de 48 millones de euros de los 55 millones invertidos, una cifra que pone de manifiesto la incapacidad para generar ingresos del ente valenciano. En este sentido, la propia directora, Empar Marco, ha hecho hincapié en la carencia de recursos económicos y la necesidad de un aumento del presupuesto, después de que en la última subvención la Generalitat recortara 23 millones de euros tras cerrar 2016 con un exceso de 26 millones. La semana pasada Marco volvió a incidir sobre esta cuestión y reconoció que sin un incremento en las inversiones “estaríamos haciendo el ridículo”. Así, la responsable de À Punt recordó que la reapertura de la televisión pública “requería también una apuesta económica para que esta y sus contenidos no queden “a medias”. “Eso no sería bueno para nadie”, indicó, consciente de que en plena precampaña electoral, y sin un aumento de presupuesto “el futuro es incierto” porque la petición a la Generalitat de una mayor dotación “está como está”.

La máxima responsable del ente se ha mostrado especialmente preocupada por la escasa inversión para contenidos de ficción propios, en una época en que las series viven “un momento de oro” que en su opinión “no hay que dejar pasar”. Como ilustración, aseguró que la inversión en ficción en la Comunitat Valenciana, de once euros por habitante, está muy debajo de la media respecto al resto de España, donde el presupuesto se sitúa en 34 euros por persona. “Tenemos lo que tenemos”, lamentó Marco, quien subrayó que la apuesta por la ficción se lleva “poco a poco” porque “necesitamos un presupuesto más adecuado”.

Pero las peticiones de la directora no parecen surtir efecto en la Generalitat, que ha expresado su negativa de aumentar la inversión en reiteradas ocasiones, a pesar de reconocer que el escaso ingreso económico, unido a las pérdidas, podría llevar a À Punt a repetir el final de Canal 9 –esta acumuló una deuda insostenible de más de 1.300 millones de euros-, evidenciando así ante los valencianos que otro Gobierno tampoco ha sido capaz de gestionar una empresa pública.

Sin embargo, aunque la dirigente de À Punt ha puesto el foco central sobre la falta de inversión, lo cierto es que más allá de la escasez de recursos económicos, las cifras muestran que la cadena no tiene repercusión entre la audiencia. Así lo confirmaron también fuentes del Consell, que indicaron que el “gran problema de À Punt es que no tiene ningún eco sobre la gente” y “muchos ni saben que existe”. Y es que el mejor registro de audiencia lo ha dado l’Alqueria Blanca, la serie más vista en su momento en Canal 9 y que la nueva televisión valenciana ha recuperado. Pero aún con todo, la audiencia de esta ficción apenas alcanza el 4%, muy por detrás de los televidentes que eligen sintonizar la televisión privada La 8 Mediterráneo. Esta situación preocupa entre los miembros del Consell, sobre todo en lo que respecta a los informativos, ya que aunque À Punt cuenta con un presupuesto bastante más elevado que la privada -55 millones y 400 trabajadores-, la realidad es que la primera cuenta con 23.500 espectadores en sus informativos (1,8% de share), mientras La 8 Mediterráneo supera los 60.000 televidentes (casi el 6% de share). 

Debido a estos datos los miembros del Gobierno valenciano ya planean otras alternativas por ejemplo, a través de las radios locales. De hecho, el mes pasado ya pusieron en marcha un programa especial desde el Palau de la Generalitat para el Día Mundial de la Radio. A estos programas se añadirían otros magazines que ya se emiten y que en un futuro, podrían sumarse a una estructura de emisión en cadena y continuar en otros medios audiovisuales. Junto a esta apuesta la Generalitat también baraja la posibilidad de reorganizar la cadena con el objetivo de convertirla en un estilo similar al de Aragón TV, que cuenta con audiencias del 10% e informativos del 20%.