La estenosis pilórica es más común en niños que en niñas
El engrosamiento del píloro ocurre después de nacer y no empieza a mostrar síntomas hasta que el estómago deja de vaciar su contenido al intestino
Sus síntomas principales son los vómitos proyectivos de prácticamente toda la toma y una menor cantidad de heces
Es necesario tratar esta patología, ya que el bebé no obtiene suficientes líquidos ni se nutre adecuadamente
Vómitos después de comer, hambre todo el tiempo, estreñimiento, deshidratación y pérdida de peso son algunos de los síntomas que padecen los bebés que tienen estenosis pilórica. Una afección en la capa muscular del píloro por la cual la musculatura del estómago comienza a hipertrofiarse generando la obstrucción de la salida del contenido alimenticio, produciéndose contracciones gástricas. Este problema médico que afecta al tubo digestivo ocurre con mayor frecuencia en niños menores de 2 / 3 meses y es más común en niños que en niñas.
Tal como explica el doctor Fernando Baixauli, pediatra de Vithas Castellón, Vithas Valencia 9 de Octubre y Vithas Valencia Consuelo, “es importante remarcar que el lactante está libre de síntomas hasta los 30/45 días, y es a partir de ese momento cuando comienza con los vómitos proyectivos. El problema consiste en que el estómago tiene un orificio de entrada que se llama cardias y otro de salida, el píloro. Este último, formado por fibras musculares se relaja cuando el estómago está lleno y deja pasar el alimento al intestino. Pues bien, en la La estenosis hipertrófica de píloro (EHP), lo que se produce es una hipertrofia, un aumento del número y grosor de las fibras que forman la musculatura del estómago. Los bebés no nacen con ella, el engrosamiento del píloro ocurre después de nacer y no empiezan a mostrar síntomas hasta que su estómago deja de vaciar su contenido al intestino como debería”.
Su síntoma principal son los vómitos proyectivos, de prácticamente toda la toma, “en escopetazo”, que se producen tras haber comido, independientemente que la lactancia sea materna o artificial. Además, se producen cambios en las heces. “Se genera una menor cantidad de heces ya que llega muy poco alimento o ningún alimento al intestino. El estreñimiento y las heces con mucosidades también pueden ser síntomas de esta afección”, comenta el profesional.
Según explica el doctor Baixauli, “es necesario tratar esta patología, si no es así el bebé no obtiene suficientes líquidos ni se nutre adecuadamente, por lo tanto, no adquiere el peso adecuado” y subraya que “la causa exacta del engrosamiento se desconoce. Su etiología es multifactorial, dependiendo de factores hereditarios, medioambientales y neurohormonales, es decir que los genes pueden jugar un papel, dado que los hijos de padres que tuvieron estenosis pilórica son más propensos a padecer esta afección. Otros factores de riesgo incluyen ciertos antibióticos, un exceso de ácido en la primera parte del intestino delgado (duodeno), y ciertas enfermedades con las que puede nacer el bebé, como la diabetes”.
El tratamiento inicial de la estenosis pilórica hipertrófica está dirigido a la hidratación y la corrección de las alteraciones electrolíticas, sin embargo, una vez diagnosticado con una ecografía abdominal y/o un tránsito esófago-gástrico con papilla de bario, el tratamiento definitivo consiste en una piloromiotomía longitudinal para dilatar el píloro, que deja intacta la mucosa y separa las fibras musculares incididas. El profesional hace hincapié en que “la cirugía es rápida y generalmente alivia todos los síntomas. Tan solo algunas horas luego de la cirugía, el bebé puede comenzar a recibir alimentaciones pequeñas y frecuentes”.