La estabilidad empresarial, en el punto de mira tras la crisis del coronavirus

Las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus son innegables. Las previsiones de futuro que lanzan los diferentes organismos económicos ponen sobre la mesa un duro futuro para el devenir de muchas empresas, y sus efectos ya están empezando a ser latentes.  

Una crisis económica que afecta a todos los sector por igual y que no tiene formula para su salida, lo que si está claro y en lo que coinciden todos los expertos es en la clara diferente existente a la vivida en 2008: ahora el problema no es la liquidez, es el miedo a gastar.

Un miedo que, según el Fondo Monetario Internacional, podría llegar a costar a la economía española una caída del PIB de hasta un 12,8%, es decir, cinco puntos más que lo que se predijo en el mes de abril cuando la población ya estaba confinada en sus casas.

Junto a las malas previsiones económicas, llegan los primeros cierre de empresas y despidos. El primer golpe llegó hace ya semanas cuando la multinacional Nissan anunció el cierre de su planta en Barcelona el cual implica la pérdida del empleo para los 3.000 trabajadores directos y más de 13.000 de los proveedores.

A nivel Comunitat Valenciana, la noticia también tuvo sus consecuencias aunque de forma indirecta. Tal y como recordaban desde AVIA los proveedores valencianos trabajan de manera residual para esta planta en concreto y que los efectos sobre su producción y facturación “resulta muy limitada”.

Otra mala noticia para la economía, esta vez más reciente, es el anuncio realizado por el gigante aeronáutico Airbus: realizará un plan de reestructuración. Dicho plan supondrá la supresión de 15.000 puestos de trabajo, de los cuales 900 serán en España. Estos despidos se irán llevando a cabo desde la actualidad hasta verano de 2021.

Una decisión que nace a raíz de un cambio en el comportamiento de las personas tras el virus: el tráfico aéreo ha caído a nivel que hacia años no se veía y se estima que hasta 2023 no retomará las cifras en las que se estaba trabajando en la etapa pre-covid.

Otro de los sectores que ven poco viable su futuro cercano es el de los circos. Son muchas las empresas que se dedican a ello que han optado por realizar ERTEs pero no saben hasta cuando podrán prolongarlos, pues la vuelta a las carpas o teatros con beneficios todavía es un misterio. Es una realidad que afecta a todo tipo de empresas, también a algunas tan importantes como el Circo del Sol el cual se ha declarado en bancarrota: despedirá a 3.840 personas y acumula una deuda de más de 800 millones.

Otros sectores

Los mensajes de dudas se repiten en otros tantos sectores. El que de más actualidad está el del turismo, desde donde afrontan una temporada estival sin precedentes y de la que no se atreven a hacer previsiones. Las limitaciones de aforo y las reticencias de los turistas internacionales a venir a España, hacen que el turismo quede en manos de los visitantes nacionales. Pese a ello, no contemplan una apertura de más del 50% en ninguna de las zonas de la Comunitat Valenciana.

Muy relacionado con este, el sector del ocio valenciano ha manifestado en numerosas ocasiones el trato recibido. Las limitaciones de aforo así como las normas impuestas – como la de no poder bailar en las discotecas – enfurecen a los empresarios y se calcula que 2 de cada 3 tendrán que cerrar en septiembre. Además, reivindican un trato justo pues la no llegada de turistas también les perjudica de lleno.

Una dependencia que comparten todos aquellos que regentan un pequeño comercio. Los establecimientos de proximidad se suman a la lista de sectores en horas bajas, y reclaman más ayudas por parte de las administraciones para poder hacer frente a todo lo que se les esta exigiendo. Además, consideran que el teletrabajo también les está afectando a la hora de generar ingresos.

La solución del Gobierno

Todas estas situaciones están siendo trasladadas al Gobierno central desde donde trabajan para paliar los impactos del coronavirus en la economía española. La prolongación de los ERTE y las ayudas autónomos son un primer paso, pero según recoge la agencia EFE, se estaría trabajando en la creación de un fondo de 10.000 millones de euros para rescatar empresas.

Este fondo, iría destinado a empresas con problemas de solvencia pero que sean viables económicamente. Además, se estudia poner en marcha una nueva línea de avales de hasta 40.000 millones para la inversión empresarial.

Las propuestas serán trasladas a los sindicatos y patronal para conocer su postura.