POLÍTICA

¿Qué escenarios se plantean para un posible Botànic II?

LUCÍA GÓMEZ - 30/04/2019

Unides Podem exige entrar en el Gobierno valenciano mientras Compromís y PSPV tensan sus negociaciones

Dos días después de las elecciones ya es seguro que los partidos de izquierdas reeditarán el Pacte del Botànic, pero las negociaciones se prevén largas y más tensas que en 2015. En esta ocasión la suma de PSPV, Compromís y Unides Podem se ha quedado solo a tres escaños de volver a la oposición y además la formación morada exigirá entrar en el Gobierno valenciano. La caída de los nacionalistas es otro elemento de tensión entre PSPV y Compromís, ya que los segundos culpan al adelanto electoral -decidido por Ximo Puig sin consultar con Mónica Oltra- de haber perdido dos escaños y situarse a tan solo uno de Ciudadanos.

A Puig por su parte, el adelanto electoral le ha beneficiado como ya se preveía, y se ha convertido sin duda en el claro ganador del 28 de abril. Los socialistas no solo mantienen su liderazgo, sino que por primera vez desde hace 30 años logran desbancar al PP como formación más votada. Sin embargo, el presidente del PSPV deberá hacer un ejercicio de reflexión, ya que el resultado autonómico está lejos de igualar al del PSOE nacional, que ha ganado las elecciones con más de cuatro puntos de diferencia respecto al PSPV. En la circunscripción de Valencia esa diferencia es más alarmante, ya que aumenta hasta seis puntos, un dato a tener en cuenta de cara a las elecciones municipales del 26 de mayo.

Aunque Puig es el ganador evidente, necesita a Compromís para reeditar el Pacte del Botànic –la otra opción sería un gobierno en solitario y no parece que los socialistas lo contemplen-, por lo que la coalición nacionalista no dudará en exigir un “programa duro” en el que se tengan en cuenta políticas más valientes para alcanzar ese cambio social que se propusieron hace cuatro años pero que consideran incompleto.

Así, las aspiraciones de Compromís en el futuro gobierno se centran en llegar a nuevos acuerdos respecto a los recursos económicos y las políticas sociales. Y es que Oltra ha centrado su campaña en un nuevo modelo de financiación autonómica justa para los valencianos, por lo que exigirá a su potencial socio más presión sobre Madrid si quiere contar con los votos de Compromís. También el reparto de las consellerias supondrá más de un quebradero de cabeza para los socialistas, ya que la coalición nacionalista no está por la labor de entregarles Hacienda y Función pública, convencidos de que dirigir la economía sería en realidad gobernar.

El reparto del organigrama de la Generalitat es por tanto, otro elemento de división entre PSPV y Compromís. Ambos quieren ampliar las consellerias, pero los socialistas consideran que el organigrama debe ser representativo del resultado electoral. Es decir, pretenden otorgar más consellerias y por tanto más poder de decisión al PSPV, un desequilibrio que no termina de convencer a Compromís.

Otro de los aspectos clave en la negociación del nuevo Botànic es la entrada de Podemos en el Gobierno. El propio Puig se ha mostrado dispuesto a reeditar el Pacte con “tonalidades diferentes”, lo que deja lugar a que Unides Podem forme parte del próximo Consell. “Tendremos que fijar las bases de una nueva etapa”, admite el presidente, quien ha asegurado que actualmente existen “pocas alternativas” al Botànic. Esta alternativa podría ser Ciudadanos, pero no es posible. Primero, porque los escaños de PSPV y Ciudadanos no suman una mayoría. Y segundo, porque Puig ha definido la posición de la formación naranja como “muy radicalizada”, con “una visión del mundo con un maniqueísmo” que solo deja a los socialistas la posibilidad de pactar con Compromís y Unides Podem.

En este sentido, el presidente ve con buenos ojos que Oltra repita como vicepresidenta, otra cuestión que tensa las relaciones entre PSPV y Compromís. Los primeros tienen claro que no hay dudas de quién debe ser el presidente a la luz de los resultados obtenidos. Sin embargo, los nacionalistas no abandonarán tan pronto la idea de que Oltra se convierta en la primera presidenta de la Generalitat. Pero esta opción es muy improbable, ya que Compromís ha perdido peso en la Comunitat y ni tan siquiera con Unides Podem suma más escaños que el PSPV. Sea como fuere, la lealtad entre los socios es otro punto que deberán garantizar las formaciones del Botànic para continuar juntos otros cuatro años sin demasiados sobresaltos.

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