Las enfermeras son las profesionales que más pinchazos sufren en los entornos clínicos con un 61,52%
Frente a médicos (22.52%) y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería TCAE (9,40%)
El Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (COEV) alerta del riesgo que viven las enfermeras en sus entornos laborales. Las enfermeras se erigen como las profesionales que más sufren accidentes percutáneos, especialmente pinchazos accidentales, según el último Registro de Exposiciones Biológicas Accidentales (REBA) de la Conselleria de Sanidad Universal y Salut Pública que incluye los datos de enero hasta abril del presente año.
En concreto, el personal de Enfermería asume el 61,52% de las exposiciones percutáneas, con el pinchazo como la lesión más frecuente, y en la mayoría de los casos las mujeres (81,37%) sufren más estas legiones que los hombres (18,63%). Estos accidentes también son padecidos, aunque en menor grado, por los médicos (22.52%) y por los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (9,40%).
En cuanto a la edad, la más proclive es la franja de 25 a 34 años con el 36.52% de los pinchazos, mientras que la de 35 a 44 registra un 25,39%, y la de 45 a 54 alcanza un 15,30%. Resulta especialmente alarmante que los accidentes se hayan generado en enfermeras/os eventuales o en situación de interinidad 56,62%, frente a los sufridos por las/os profesionales con contratos indefinidos o fijos (26,49%).
Del Registro de Exposiciones Biológicas Accidentales (REBA) también se desprende que la mayoría accidentes corresponden a exposiciones percutáneas (90,96%), con el pinchazo como la lesión más frecuente (80,87%), seguido de los cortes (9,92%) y el contacto con mucosas (9,04%). Las agujas hipodérmicas y las agujas de sutura son los materiales implicados con más frecuencia.
Respecto a los lugares donde se producen los pinchazos, en un gran porcentaje se sufren en las habitaciones hospitalarias (24,64%), en los quirófanos (23%), en las salas de consulta (6,78%) y en las salas de extracciones (5,75%).
Los líquidos implicados en estas situaciones son sangre y derivados (60%), líquido amniótico (37,78%) y otros fluidos como orina, saliva, esputos y vómitos (2,22%).
Los procedimientos de riesgo implicados con más frecuencia son la inyección intramuscular o subcutánea (29.35%) seguido de la extracción venosa (14,22%) y la sutura en una intervención quirúrgica (13.09%), según el citado informe.
Se debe recordar que el Registro de Exposiciones Biológicas Accidentales (REBA) de la Conselleria de Sanidad se inició en 2009 para crear un sistema de vigilancia de las exposiciones accidentales a agentes biológicos, tales como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), virus de la Hepatitis B y C, de los trabajadores de los centros sanitarios, públicos y privados.
“El elevado número de accidentes percutáneos, como los pinchazos y cortes, entre las/os profesionales de Enfermería demuestra que las plantillas son escasas y debe aumentarse la ratio de enfermeras por pacientes”, según la presidenta del Colegio de Enfermería de Valencia, Laura Almudéver, quien insiste en que las enfermeras “están obligadas a trabajar a gran velocidad para poder atender a todos los pacientes que llegan a los centros sanitarios y hospitalarios”.
La presidente del COEV insiste además en que la baja ratio de enfermeras por pacientes no sólo afecta a las profesionales, sino que también condiciona las atenciones a los enfermeros. De hecho, como revela un nuevo estudio realizado por el Center for Health Outcomes and Policy Research (Chopr) de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Pennsylvania “la variación en dotaciones de enfermeras en los hospitales se asocia a un mayor número de muertes que podrían ser prevenibles. De hecho, en hospitales donde una enfermera es responsable de 18 pacientes, los pacientes tienen un 41% más de riesgo de muerte comparado con hospitales donde la enfermera es responsable sólo de 8 pacientes”.