Las empresas apuestan cada vez más por el “modelo híbrido” en el trabajo
Más de un tercio de los empleados prefiere trabajar desde casa tres días por semana
La llegada de la pandemia tomó a todo el mundo por sorpresa y obligó a empresarios y empleados por igual a adaptarse a una situación nunca antes vista. Una de las tendencias que marcó el mundo laboral en 2020 fue el teletrabajo y ahora, un año y medio después de la irrupción del coronavirus, son cada vez más las empresas que apuestan por el denominado “modelo híbrido”, que pretende maximizar la productividad de los trabajadores aprovechando las ventajas que ofrecen ambos modelos de trabajo, el presencial y el telemático.
“Más allá de las graves consecuencias económicas para la economía española, la pandemia del coronavirus supuso, en cierto modo, una oportunidad para acelerar los ritmos de digitalización de las empresas. Entre todos los conceptos surgidos en los dos últimos años, la reinvención del concepto oficina es el que ha tenido mayor calado, principalmente por el auge del modelo híbrido”, explica Sergi Ramo, CEO de groWZ Consultants y experto en venta híbrida.
El experto reconoce que en muchas profesiones la presencialidad total es un requisito indispensable, pero afirma que, en muchos otros oficios, “los empleados pueden hacer las mismas funciones o más desde casa, sin acudir presencialmente a la oficina”. Todo esto favorece, continúa, “una muy necesaria redefinición del modelo de trabajo”.
Una nueva forma de equilibrar la vida personal y profesional
Hasta ahora, las empresas únicamente contemplaban dos modelos. Por un lado, el tradicional, de forma presencial en la oficina o lugar de trabajo y con horarios rígidos. Y por otro el remoto, en el que no existen oficinas y cada empleado trabaja desde donde quiere, habitual de las profesiones nativas digitales.
“Ahora se está instaurando lo que llamamos trabajo híbrido, es decir, una combinación de los modelos presenciales y remoto. Con esta vía, los trabajadores van a la oficina uno o dos días a la semana y luego hace el resto de las horas desde casa. Esta opción está dando grandes resultados porque permite que los empleados tengan un mayor equilibrio entre su vida personal y profesional, lo cual reduce el estrés y aumenta, por un lado, la productividad, y mejora, por otro, el ambiente entre compañeros”, detalla Ramo.
Los buenos resultados de esta tendencia se ven reflejados en las preferencias de los propios trabajadores y es que, según un reciente estudio elaborado por IESE Business School, el 36% de los empleados prefiere trabajar desde casa tres días por semana y el 32% dos días. Los casos extremos no tienen buena aceptación, ni el trabajo remoto a tiempo completo (12%) ni opción de no hacerlo nunca (4%).
Otras tendencias derivas de la pandemia
Si bien el modelo de trabajo híbrido ha tenido una buena acogida entre los empleados, existen otras tendencias que no gozan de tan buena aceptación. En este caso, estrechamente ligado al trabajo en remoto, nació la conocida como “prontomanía”, es decir, la prisa por hacerlo todo al momento fruto de la hiperconectividad digital para estar disponible a todas horas.
“Con el auge del teletrabajo, se ha acentuado una hiperconexión que nos hace estar disponibles a todas horas en un mundo dinámico, digital e inmediato, donde la rapidez domina el entorno social, pero también el laboral”, asegura Ramo.
El principal problema es que ni clientes ni trabajadores respetan el llamado derecho a la desconexión digital y exigen, tanto online como offiline, una respuesta inmediata a todas las necesidades. Todo esto se acaba viendo reflejado en el rendimiento del empleado, que acumula cansancio, carga de trabajo y acaba siendo más improductivo.
“Uno de los grandes retos al que se enfrentan las empresas es saber qué partes de su proceso comercial hibridar y en qué partes es fundamental parar e invertir el tiempo en un cara a cara con el cliente, sin prisas y aportando el valor personal para que esto impacte positivamente en el negocio desde las ventas”, concluye el experto.