El 80% de las embarazadas podrían pasar la covid19 de forma leve o ser asintomáticas

El coronavirus sigue y seguirá siendo una incógnita durante muchos meses. Habrá que esperar para conocer el alcance de sus efectos, la duración de su inmunidad y, sobre todo, para la llegada de la ansiada vacuna.

Lo que parece ir aclarándose, a día de hoy, es la incidencia que la enfermedad tiene en las embarazadas, y que, según la última actualización informativa del Ministerio de Sanidad, con fecha de 17 de junio, es similar a la del resto de la población. Según los estudios a los que se hace referencia en dicho documento, y que se basan en el análisis de población gestante en China, Estados Unidos y en nuestro país, “las mujeres embarazadas podrían pasar la enfermedad de forma leve o asintomática como sucede en alrededor del 80% de la población general”. Tampoco se ha evidenciado, añade el informe,  que la infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo se asocie con un mayor riesgo de aborto espontáneo y parto prematuro espontáneo”.

En cuanto a las complicaciones que han surgido en las mujeres afectadas por la covid19 incluidas en la muestra (diabetes gestacional, preeclampsia, rotura uterina, hipertensión gestacional e hipotiroidismo) algunos participantes en el estudio sugieren que estos problemas tienen una incidencia similar en grupos de mujeres ajenas a la enfermedad.

En cuanto al parto, el Ministerio de Sanidad recoge episodios de nacimientos pretérmino, distress fetal, rotura prematura de membranas, alteraciones del cordón umbilical  y placenta previa, entre otros, pero, al igual que en el apartado anterior, el estudio resuelve que “La tasa de complicaciones en la base de datos española es del 25.3%, no pudiendo justificar aún estas complicaciones por el cuadro de infección por Covid19.”

Así, las cosas, la directora médica de Clínicas EVA, Fulvia Mancini recomienda las mismas medidas de precaución para sus pacientes que para el resto de la población, con algunas salvedades lógicas, asociadas a la gestación.

Lo primero en relación al cambio de estado, de las distintas fases de confinamiento, al fin del estado de alarma, es el retorno al ejercicio aerodinámico. Advierte la ginecóloga que hay que éste debe realizarse con mucho cuidado: “Después de la inactividad hay que retomar el deporte de manera gradual, con intensidad leve a moderada a lo largo de las primeras dos semanas. Esto es porque el riesgo de lesiones si empezamos muy fuerte después de cien días de confinamiento, es muy elevado”.

En cuanto a la alimentación, la mujer embarazada debe cuidarse como siempre. Es decir, seguir las pautas que su ginecólogo le marque, tanto en relación a la ganancia de peso como a la restricción de ciertos alimentos que puedan influir en la diabetes gestacional, la hipertensión u otros factores que ya de por sí se controlan durante los nueve meses.

Es importante la higiene al lavar frutas y verduras y las precauciones de congelación para consumir algunos productos frescos, carnes y pescados. Los primeros, como la carne roja, por riesgo de contraer el toxoplasma, y el segundo por el anisakis.

A estas recomendaciones habituales hay que sumar las excepcionales, recuerda la experta en reproducción asistida: protección con mascarilla, lavado frecuente de manos con una solución  hidroalcoholica, posiblemente llevar guantes y no tocarse la cara.

En cuanto a los viajes, siempre que la nueva normalidad lo permita, no se desaconsejan los desplazamientos ni las vacaciones  dentro de las fronteras españolas, ni de las de la Unión Europea. Ahora bien, la doctora descarta, en la situación actual con el virus todavía activo, que se viaje a ningún otro lugar del mundo.

Para quienes acaban de ser padres y se están planteando viajar con su bebé, Fulvia Mancini desaconseja los países de otros continentes “donde los recursos sanitarios son limitados y las posibilidades de enfermarse son más elevadas. En estos países las posibilidades de contraer un virus/bacteria gastrointestinal son muy altas. En un adulto esto puede ser molesto pero difícilmente pone en peligro su vida. En un lactante la fiebre y la diarrea puede deshidratarle muy rápidamente y esto puede ser peligrosísimo, hasta letal”.

Muy importante, por último, informarse, cuidarse y vivir sin miedo el embarazo en la nueva normalidad.