El proyecto LIFE Paludicola amplía sus zonas de monitoreo al Parque Natural El Hondo de Elche

Durante el mes de agosto de 2020 anilladores científicos de aves coordinados por la Fundación Global Nature y el Departamento de Ecología/IMEM Ramon Margalef de la Universidad de Alicante, trabajarán conjuntamente en el Parque Natural El Hondo, estudiando la migración postnupcial del carricerín cejudo.

El objetivo de esta campaña de anillamiento, es estudiar la migración postnupcial de las aves palustres que recorren la península Ibérica en su viaje migratorio desde las zonas de cría europeas, hacia los cuarteles de invernada africanos, con especial interés en el carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola), el ave paseriforme más amenazada de Europa continental.
Durante las tres últimas primaveras, se ha estudiado en la costa mediterránea su migración prenupcial y ahora, el grupo de anillamiento SIO (Sociedad Ilicitana de Ornitología) estudiará la migración postnupcial en el Parque Natural El Hondo.

El parque natural El Hondo forma parte de la antigua albufera de Elche, creada por la desembocadura del río Vinalopó y desecada casi en su totalidad entre la Edad Media y el siglo XVIII, para convertirla en terreno cultivable.

En esa zona pantanosa, la Compañía de Riegos de Levante construyó en los años veinte del pasado siglo dos embalses reguladores (el de Levante suma 450 hectáreas, mientras que el de Poniente alcanza las 650) para recoger y posteriormente distribuir a los agricultores, por un canal central, el agua elevada desde la vecina desembocadura del río Segura.

El Hondo, que comparten Elche y Crevillent, es paraje natural desde 1988 y fue declarado parque natural por la Generalitat Valenciana en 1994. Figura en los listados del RAMSAR y está clasificado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) por la relevancia y abundancia de su avifauna. Se han contabilizado 172 especies, de las que medio centenar son nidificantes. Entre ellas figuran la cerceta pardilla, una de las aves más amenazadas de Europa y la malvasía cabeciblanca, también en peligro de extinción, así como garzas, anátidas y limícolas de varias especies, y flamencos. En el medio acuático encontramos la anguila, el mújol, la carpa y el fartet común, un pequeño pez endémico del Mediterráneo español.

El paisaje del Hondo está dominado por el carrizo, mientras que los juncales están representados de manera muy fragmentaria. Las alcolechas ocupan zonas más secas y halófilas, junto a las salicornias y sosas.

Los miembros de SIO, que son grandes conocedores de la zona, aunarán esfuerzos con el investigador Germán López Iborra, de la Universidad de Alicante, que mantiene una estación de anillamiento en esta Parque Natural desde hace más de 25 años, para realizar una campaña intensiva de estas características y para esta especie tan amenazada por la pérdida de los hábitats en los que vive, los humedales. La Sociedad Ilicitana de Ornitología-SIO (perteneciente a la Oficina de Anillamiento de ARANZADI) fue creada en el año 2010 y desarrolla diferentes estudios y proyectos relacionados con el anillamiento científico de aves: anillamiento de páridos en cajas nido, marcaje de Acentor alpino ('Prunella collaris') y de Carraca europea ('Coracias garrulus') en el sur de Alicante, programas EMAN i EMAI en el Parque Natural del Hondo, o la estación de esfuerzo constante de aves reproductoras e invernantes en el Pantano de Elche, Ibi...).

SIO anillará en una zona del Embalse de Levante, en la que se encuentra un hábitat con las características adecuadas para la especie y seguirán la metodología marcada por el proyecto LIFE Paludicola.

Esta campaña se enmarca en un acuerdo de colaboración entre diferentes entidades, esto hace que pequeñas iniciativas como estas, puedan realizarse de forma conjunta gracias a la coordinación entre una ONG (FGN), una Universidad (UA), un grupo de anillamiento local (SIO) y una empresa (Riegos de Levante).

La Comunidad General de Regantes, Riegos de Levante, es una Comunidad que engloba a 22.000 comuneros en la margen izquierda del río Segura. Una Comunidad comprometida con una gestión eficaz del agua como motor de la economía y defensora de los ricos ecosistemas creados al compatibilizar el riego de campos de cultivo con la conservación de El Hondo y que ahora, financiará esta campaña de anillamiento que servirá para monitorear las especies de aves palustres que paran en el Parque Natural durante su ruta migratoria, esperemos que, entre ellas, algún carricerín cejudo que daría un valor añadido al humedal.

Durante este mes de agosto estarán en marcha otras campañas de anillamiento científico en La Mancha Húmeda, en Castilla-La Mancha, con dos estaciones de anillamiento en las lagunas de Manjavacas y de Villafranca de los Caballeros. Por otro lado, en Tierra de Campos, en Castilla y León, con tres estaciones de anillamiento en las lagunas de La Nava, Boada y Pedraza. Los encargados de realizar estos trabajos serán en Castilla-La Mancha anilladores locales del grupo de anillamiento GIA-Panurus; y en Castilla y León los propios técnicos de la Fundación Global Nature con la colaboración de los grupos de anillamiento URZ y GIA-León.

En la campaña de anillamiento se prestará especial atención al seguimiento del carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola), una especie prioritaria de conservación, catalogada como Vulnerable a escala global y clasificada En Peligro a escala europea. Esta pequeña ave, mundialmente amenazada, tiene en los humedales del interior de la península Ibérica algunos de los principales enclaves conocidos de paso migratorio posnupcial que utilizan como escala entre sus viajes entre las zonas de reproducción en Bielorrusia, Polonia y Ucrania, y las de invernada africanas, principalmente en Malí.

Por esto es importante esta campaña postnupcial en el Parque Natural del Hondo, ya que puede servir para contrastar datos del LIFE MagniDucatusAcrola “Stepping stones towards ensuring long-term favorable conservation status of the Aquatic Warbler in Lithuania” (www.meldine.lt.) que marcaron 18 carricerines cejudos con localizadores en 2018 y alguno de estos ejemplares realizó su migración postnupcial por la costa Levantina.