La UMH y el Hospital Nacional de Parapléjicos desarrollan una interfaz cerebral que ayuda a caminar a personas con problemas en su marcha
Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y del Hospital Nacional de Parapléjicos (HNP), centro perteneciente al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), han llevado a cabo desde 2019 un proyecto en el que se han desarrollado interfaces cerebrales para controlar un exoesqueleto robótico que ayude a caminar a personas con problemas en su marcha como consecuencia de una lesión medular incompleta. La presentación de este proyecto ha tenido lugar esta mañana en el gimnasio del HNP, ubicado en Toledo, y durante la misma, se ha realizado una demostración con un paciente del Hospital.
En este proyecto, cuyo director es el catedrático de la UMH José María Azorín, se ha desarrollado una interfaz que registra la actividad cerebral de la persona mediante electrodos no invasivos y procesa esta información para determinar si la persona está imaginando que camina. En el estudio han participado, también, investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena y del Hospital Universitario Central de Asturias.
Según el equipo investigador participante en este proyecto, cuando se detecta que la persona está pensando en caminar, se envía una orden al exoesqueleto para que se mueva y, de esta forma, le permite caminar. Frente a otras alternativas para controlar este tipo de dispositivos robóticos como, por ejemplo, utilizar mandos que deben ser accionados por la propia persona, el control del exoesqueleto, únicamente a partir de la actividad cerebral, imita lo que ocurre de forma natural en el proceso de caminar, al mismo tiempo que implica una mayor atención de la persona en la marcha, lo que puede favorecer el proceso de rehabilitación.
Durante la fase de desarrollo de la interfaz cerebral, realizada por el Brain-Machine Interface Systems Lab de la UMH, se llevaron a cabo pruebas con diferentes sujetos sanos que verificaron que las personas eran capaces de controlar el exoesqueleto mediante la relajación e imaginación de la marcha. Tras ello, se han realizado pruebas con varios pacientes con lesión medular incompleta del HNP, en colaboración con el jefe del Servicio de Rehabilitación, Ángel Gil. En los exámenes realizados se ha podido verificar la efectividad de la interfaz cerebral desarrollada y cómo la motivación de los pacientes es fundamental para conseguir una modulación de su actividad neuronal y, por consiguiente, un eficaz control del exoesqueleto robótico. Este dispositivo, con una tasa de éxito muy por encima de la media, consiguió activarse a voluntad en función de la imaginación de la marcha de la persona.
Este proyecto, recientemente culminado, ha permitido demostrar la posibilidad de que personas con lesión medular incompleta sean capaces de utilizar su actividad cerebral para controlar un exoesqueleto robótico que le ayude a caminar. Quedan como futuros pasos el llevar a cabo pruebas clínicas para evaluar la aplicación de este desarrollo como herramienta de rehabilitación.
El proyecto WALK – ‘Control de exoesqueletos de miembro inferior mediante interfaces cerebro-máquina para asistir a personas con problemas de marcha’ (RTI2018-096677-B-I00), ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Agencia Estatal de Investigación y por FEDER ‘Una manera de hacer Europa’.