Familias desesperadas denuncian que Salud Pública ha desatendido a sus hijos
Los padres y madres de más de 20 alumnos de 2ºB del CEIP Vicente Blasco Ibáñez de Elche denuncian el desamparo que sienten tras confinar a la clase por un caso positivo de COVID-19
Las consecuencias de la pandemia del COVID-19 han llegado a los centros escolares y está creando los primeros problemas serios.
El conjunto de familias, padres y madres, de los más de 20 alumnos de 2ºB del CEIP Vicente Blasco Ibáñez de Elche han puesto el grito en el cielo mediante un manifiesto público para denunciar la situación de desamparo que viven sus hijos tras confinar a toda la clase por un caso positivo.
Los hechos se remontan al pasado sábado día 12, fecha en la cual el centro educativo informa a los padres del confinamiento de sus hijos tras detectar un contagio en el aula.
Los adultos denuncian “falta de actuación sanitaria como norma general” porque “no han sido capaces de organizar una buena gestión”. Todo esto cobra sentido cuando observamos que pasan los días posteriores y los alumnos de esta clase confinada no reciben ninguna llamada por parte de Salud Pública para realizarles la prueba PCR y saber si hay algún pequeño más infectado o no. Transcurren los días hasta el martes, cuando reciben la notificación de que son las propias familias las que tienen que hablar con sus centros de salud para requerir el test PCR.
Por consiguiente, los padres denuncian que no ha existido ningún tipo de rastreo del virus en los contactos, ya que han pasado los días y no saben si el caso positivo ha contagiado a más compañeros o no. Esto supone el riesgo evidente para las personas que se encuentran al cuidado de los niños, mayoritariamente los abuelos porque los padres están obligados a acudir a su puesto de trabajo; otro de los motivos de queja de los progenitores que sufren el confinamiento de los hijos y no pueden dejar el trabajo de lado para atenderles.
En el comunicado explican que “nos hemos visto abocadas a una lucha individual con nuestros respectivos centros sanitarios y con el pediatra de turno ante la falta de respuesta colectiva coordinada por parte del organismo competente, que no es otro que Salud Pública”. Los padres tan solo obtuvieron la respuesta de que estos centros se encontraban “desbordados”, aunque recuerdan que este ha sido el primer contagio en una clase burbuja en Elche, dando a entender las dificultades que ocasionaría que el número de infectados de este tipo aumentara.
Tras pasar algún día más, fue el pasado jueves cuando les concedieron a los padres la realización de las pruebas PCR a los más de 20 alumnos que se vieron obligados a permanecer confinados en sus casas por un positivo en el aula.
Los adultos recalcan la “incompetencia”, además de añadir que “no estamos dispuestos a aceptar como normal lo que ha ocurrido y esperamos que no se vuelva a repetir, que Salud Pública mejore su forma de proceder”.
La última petición que lanzan los padres es “un reconocimiento laboral para los progenitores trabajadores para poder quedarnos con nuestros hijos e hijas en caso de confinamiento”.
Han echado en falta organización, prevención y conciliación, por lo que han alzado la voz para denunciar ante todos los organismos el trato recibido ante la complejidad de una situación en la que han visto imposible compatibilizar el trabajo con el cuidado de un pequeño confinado, teniendo que recurrir a los abuelos y abuelas a pesar de poner en riesgo su salud por el alto riesgo que indican sus edades.