Cristina Alís Raurich y su órgano portativo enamoran al público del Festival Medieval de Elche
Ayer por la tarde el Salón de Plenos del Ayuntamiento acogió la presentación de la 65º edición de la revista ‘Festa d’Elx’, la más longeva de las publicaciones locales
El Festival Medieval de Elche, retoma su ritmo y se acerca a la recta final de esta edición. Ayer martes por la tarde, el Salón de Plenos del Ayuntamiento acogió la presentación de la 65º edición de la revista ‘Festa d’Elx’, la más longeva de las publicaciones locales, que hizo su primera aparición en 1942. Un acto en el que primero intervino Gaspar Maciá, periodista y director de la publicación, que hizo un repaso por el contenido y desarrollo de este número. A continuación, participó Rubén Pacheco, profesor del Conservatorio Superior de Música Óscar Esplá y articulista, que ofreció una lección magistral sobre la renovación del Misteri d’Elx a partir de 1924.
Concluyó el acto la concejal de Cultura, Irene Ruiz, que destacó la importancia de esta revista y manifestó que “este nuevo número, el número 65, subraya en sus páginas una nueva definición de como somos los ilicitanos y arroja una nueva explicación, una nueva determinación de por qué somos así. La mirada poliédrica que siempre nos ofrece sobre Elche esta revista, este año se centra en la figura de Óscar Esplá y creo que no puede ser más acertado”. Durante su intervención también agradeció el trabajo de todos los implicados en la redacción y puesta en marcha de la revista. Finalizó haciendo una mención especial a la portada selecciona para este año, un homenaje a Tomás Almela, maestro paisajista y uno de los grandes pintores ilicitanos.
Por otra parte, en el Antiguo Convento de Las Clarisas, tuvo lugar ‘Fascinación Organetto’ a cargo de la musicóloga Cristina Alís Raurich. Un concierto solo para órgano portativo medieval que enamoró a los asistentes con sus inusuales y maleables sonidos. Un auténtico viaje al pasado, que fue posible gracias a este peculiar instrumento que transmite una gran emoción. El público quedó realmente sorprendido por los múltiples registros del ‘oragnetto’, y por supuesto, por la apasionada interpretación de Cristina. La complicidad entre ambos fue tan grande que las emociones fueron surgiendo en diferentes momentos del concierto.