Los cigarrillos electrónicos no son más sanos que el tabaco según un estudio valenciano
Contienen compuestos que se consideran cancerígenos y tóxicos
Los vapeadores o cigarros electrónicos contienen sustancias que pueden resultar nocivas, tóxicas e incluso potencialmente mortales por inhalación. El graduado en Ciencias Ambientales de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Daniel Muñoz Ortiz ha centrado su Trabajo de Fin de Grado en estudiar la peligrosidad de las sustancias químicas contenidas en los aerosoles que se generan durante el consumo de cigarrillos electrónicos. Del total de 127 compuestos encontrados, varios son venenosos, provocan cáncer, alteraciones genéticas o problemas de reproducción. El trabajo concluye que la estrategia de venta de estos productos, que pretenden ser una alternativa más saludable al tabaco convencional, no tiene soporte en la evidencia científica.
Los cigarrillos electrónicos o vapeadores son dispositivos que contienen un líquido con sustancias como propilenglicol, glicerina y aromatizantes. El aparato vaporiza la mezcla, que es inhalada por el consumidor y, después, parcialmente exhalada al medio ambiente. Los vapeadores no contienen tabaco, pero sí pueden contener nicotina, que es “muy tóxica” cuando es inhalada, apunta el catedrático de Toxicología de la UMH y director del trabajo, Miguel Ángel Sogorb Sánchez.
El egresado de la UMH ha revisado los análisis más recientes realizados hasta el momento sobre las sustancias que contiene el vapor de estos dispositivos y ha clasificado los más de cien compuestos químicos encontrados en el vapor de los cigarrillos electrónicos según supongan un peligro para la salud pulmonar, genética, el cáncer o la reproducción.
Muñoz encontró decenas de sustancias nocivas o potencialmente dañinas para la salud. Por ejemplo, carcinógenos como la hidracina o la o-anisidina; también, monóxido de carbono, que resulta tóxico para el feto en caso de embarazo; óxido de etileno, que provoca infertilidad; sustancias tóxicas por inhalación, como la nicotina y el benceno; otras tóxicas por aspiración como el tolueno; y compuestos como el benceno, que produce alteraciones del ADN y cáncer.
Daniel Muñoz explica que, si bien los cigarrillos electrónicos se publicitan como alternativas más saludables al consumo de tabaco tradicional, “esta estrategia de márquetin no está en absoluto científicamente justificada”. En su estudio, encontró un total de 127 sustancias químicas en los aerosoles generados mediante vapeo. “Muchas de estas sustancias son tóxicas por inhalación, aunque parece que el riesgo de sufrir efectos adversos es bajo”. También, encontró sustancias que resultan tóxicas para la reproducción “y el riesgo para la reproducción derivado del consumo de cigarrillos electrónicos no ha sido todavía estudiado en profundidad”, explica Muñoz.