El Hospital de Elda ofrece a las madres iniciar en el quirófano el contacto piel con piel tras las cesáreas programadas
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el contacto piel con piel comience de forma inmediata tras el nacimiento
Se trata de mantenerse en contacto directo con la piel del bebé recién nacido ofreciéndole el pecho como lugar de apoyo
Esta práctica fomenta la salud y el bienestar del recién nacido y de la madre
El Hospital General de Elda ha comenzado a ofrecer a las madres de recién nacidos por cesáreas programadas de bajo riesgo la posibilidad de iniciar el contacto piel con piel en el quirófano, con el objetivo de favorecer el comienzo inmediato de esta técnica que fomenta la salud y el bienestar de los recién nacidos y de las madres, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud.
El contacto piel con piel es la práctica de mantenerse en contacto directo con la piel del recién nacido, ofreciéndole el pecho como lugar de apoyo, una práctica sencilla que según numerosos estudios conlleva una gran variedad de beneficios para el bebé como son la regulación de la temperatura, un amamantamiento eficaz y prolongado, una respiración más regular y profunda, mejora el ritmo del corazón, disminuye las infecciones, aumenta el sueño profundo, supone un estímulo prematuro táctil, auditivo y de movimiento del recién nacido, disminuye la actividad motora y muscular, fomenta el vínculo afectivo entre madre e hijo, y reduce el llanto del bebé, favoreciendo la adaptación a la vida extrauterina. Asimismo, el hecho de comenzar el contacto piel con piel de forma inmediata conlleva beneficios también para la madre, ya que reduce el riesgo de sangrado y la ansiedad que puede conllevar la separación del niño.
Para poder llevar a cabo esta práctica en el Hospital de Elda, el protocolo elaborado establece que la matrona acompañe al recién nacido y a la madre durante su estancia en el quirófano, aplicando el piel con piel y atendiendo las dudas de la mujer hasta su traslado a Reanimación, donde queda a cargo del personal de este servicio.
En el quirófano se coloca al bebé un pañal y un gorro previamente calentado en la cuna térmica para evitar la pérdida de calor por la cabeza. Se le sitúa sobre el tórax desnudo de la madre en la camilla quirúrgica, buscando la posición más cómoda para ambos y manteniendo posturas que eviten las apneas obstructivas. Se cubre la espalda del recién nacido y se deja que se adapte a la nueva situación, que si es tolerada se mantiene mientras finaliza la intervención quirúrgica. En el momento del traslado de la paciente de la camilla quirúrgica a la cama es la matrona quien se hace cargo del bebé y cuando la mujer está en la cama vuelve a colocar al recién nacido piel con piel con su madre para ser trasladados a Reanimación.
Los criterios de inclusión en el protocolo contemplan las cesáreas programadas clasificadas de bajo riesgo, los recién nacidos a término entre las semanas 37 y 42 de gestación, sin patología asociada, y el documento informativo previamente firmado que se entrega a la mujer en la consulta de alto riesgo obstétrico o en la consulta de Atención Primaria.
La Comisión de Lactancia Materna del Departamento de Salud de Elda, promotora de esta iniciativa en el Hospital de Elda, puso en marcha el pasado año el contacto piel con piel con los padres en las cesáreas de bajo riesgo. No obstante, puesto que lo ideal es que esa práctica se realice con la madre, en esta ocasión han dado un paso más, superando las limitaciones del área quirúrgica e implantando el contacto piel con piel en el quirófano con la madre y de forma inmediata tras el nacimiento. Aunque si la progenitora prefiere no realizarla, también se le da la opción al padre, como hasta ahora. Asimismo, en aquellos casos en los que las condiciones del servicio lo permiten, los padres pueden acceder a la Unidad de Recuperación Postanestésica para permanecer en contacto con la madre y con el bebé.
Esta actuación, con la que el Hospital de Elda continúa avanzando en la humanización de la asistencia sanitaria, forma parte de las líneas estratégicas de la conselleria de Sanitat en este ámbito, que establecen como objetivos específicos fomentar el vínculo afectivo entre madre y recién nacido, facilitando el contacto precoz piel con piel y la no separación de ambos durante el periodo de hospitalización, y potenciar la corresponsabilidad paterna, estableciendo canales de participación durante el proceso de nacimiento y crianza.