El Ayuntamiento fumiga varias zonas de El Campello para frenar la proliferación de mosquitos tigre

Después de los últimos episodios de lluvias, las poblaciones de mosquitos pueden aumentar en nuestro municipio, especialmente si con el fin de las lluvias se produce un aumento de la temperatura, como es el caso.

Por ello, la concejalía de Salud Pública que dirige Rafa Galvañ (PP), ha encargado a la empresa Lokímica, adjudicataria del contrato de servicio de tratamientos sanitarios antivectoriales en la Mancomunidad de L’Alacantí, que lleve a cabo esta misma semana una revisión de los principales focos de mosquito tigre, concretamente en Rio Seco, Cala Merced, Venta Lanuza y Paseo Marítimo.

Se vuelve a trasladar a la población que normalmente se detectan larvas de mosquito tigre en las jarras, cubos, platos bajo los tiestos, desagües de patios o piscinas, alcantarillas, sistemas de drenaje de tejados, bidones sin tapa hermética, depósitos subterráneos, subsuelos inundados, piscinas en estado de abandono, etc. Este insecto no deposita los huevos en aguas en movimiento ni engrandes masas de agua.

El mosquito tigre puede picar a cualquier hora del día, pero sobre todo lo hace al anochecer y al amanecer. A diferencia de otros mosquitos, puede interrumpir fácilmente una picadura si se le molesta, lo que hace que la hembra haya de completar su ingestión de sangre picando en otro punto, produciendo más de una roncha.

Puede picarnos dentro de casa, pero prefiere hacerlo en el exterior. Se esconde en las zonas de vegetación sombrías y a cobijo del viento. Tiene un vuelo ágil y discreto y suele actuar cerca del suelo, lo que dificulta verlo y por lo que las piernas resultan ser las más afectadas. Su desplazamiento es en distancias cortas.

La picadura normalmente suele pasar desapercibida. Es la reacción posterior la que molesta. A menudo dura varios días y viene acompañada de escozor.