EDUCACIÓN

Educación: ¿abrir o no los colegios el próximo curso?

GREGORY ESTRELLA - 15/07/2020

Diversos estudios realizados en Europa, EEUU y China constatan que la transmisión de COVID-19 entre niños es baja

Aunque el verano aún no ha llegado ni a su Ecuador, las miradas ya se fijan sobre el otoño que está por llegar. En esta ocasión, la COVID-19 será la encargada de seguir condicionando el día a día de las personas y es por ello que ya se empieza a debatir sobre que se podría a hacer y que no. En este sentido, en el ámbito de la educación surge el dilema de si lo más adecuado sería abrir las escuelas o, por el contrario, permanecer con la educación online. Sea como fuere, el miedo a que los más pequeños se contagien pesa sobre los padres, sin embargo, diversos estudios realizados tanto en Europa como en EEUU y China constatan que la transmisión del virus es muy baja entre niños. Ante estos datos los pediatras no han dudado en aventurarse al afirmar que se deberían reabrir las escuelas este próximo otoño.

En este sentido, la revista oficial revisada la Academia Estadounidense de Pediatría, Pediatrics, concluía en uno de sus artículos que los niños transmiten el virus entre sí o a los adultos con escasa frecuencia. Los autores de este articulo son Benjamin Lee y William V. Raszka, Jr., especialistas en enfermedades infecciosas pediátricas en la Facultad de Medicina Larner de la Universidad de Vermont, en Estados Unidos. Ellos sostienen que siempre y cuando se sigan las medidas de distanciamiento social apropiadas y se tengan en cuenta las tasas de transmisión en la comunidad, las escuelas pueden y debería reabrir en otoño.

Los investigadores también basan sus conclusiones en cuatro estudios recientes que examinan la transmisión de COVID-19 por y entre niños. Lo cierto es que ya hay realizados varios estudios:  la pediatra, Klara M. Posfay-Barbe, miembro de la Facultad de la Escuela de Medicina de la Universidad de Ginebra (Suiza), y sus colegas estudiaron los hogares de 39 niños suizos infectados. El rastreo reveló que sólo en tres casos (el 8%) era un niño el caso inicial sospechoso, con síntomas anteriores a la enfermedad de los contactos adultos en el hogar; también, en China el rastreo de contactos de investigadores demostró que de los 68 niños con COVID-19 ingresados en el Hospital de Mujeres y Niños de Qingdao, el 96% eran contactos domésticos de adultos previamente infectados; y, en un estudio francés, un niño infectado expuso a más de 80 compañeros de clase en tres escuelas y ninguno la contrajo.

Por el momento, en España la ministra de Educación, Isabel Celaá, ya ha explicado que volverá la docencia presencial, pero con algunos cambio y restricciones: los centros educativos van a tener que convertir en aulas los salones de actos, los gimnasios, las salas audiovisuales o las bibliotecas, de manera que estos nuevos espacios garanticen entre los estudiantes una distancia de seguridad mínima de dos metros. “Hemos de aprovechar absolutamente todos los espacios físicos de los centros, no sólo las aulas”, ha declarado Celaá.

Sin embargo, el país encara un futuro incierto, ya que los rebrotes que se han ido sucediendo amenazan la vida diaria y con ello todos los ámbitos sociales. Aún así, la ministra de Educación ha asegurado: “En caso de rebrote, intentaremos que las escuelas permanezcan abiertas”.