Diego de Oliva, un grande del raspall, nos deja
Ayer nos dejó Diego Parra Mestre de Oliva, uno de los grandes restos del raspall y miembro también de una gran saga de pelotaris, tras dos semanas de lucha contra una afección pulmonar.
Hijo, hermano y sobrino de jugadores Diego fue uno de los mejores jugadores de raspall, campeón individual del Trofeo Presidente de la Generalitat de Raspall en 1988 y subcampeón en el 1991. Desde hacía años se dedicaba a enseñar a los más pequeños siendo durante años monitor de la escuela de pelota de su pueblo y últimamente en Bellreguard, además de ser técnico de Pilota a l'Escola.
Esta mañana le podremos decir un merecido adiós en el tanatorio Consuelo Frasquet de Oliva. El entierro será a las 16:30 en la iglesia de Santa María de su pueblo. Desde la Federació de Pilota Valenciana queremos pedir que todo aquel que pueda acuda a rendirle un homenaje.
Nuestro más sentido pesar a sus hermanos Carlos y Pepito, a su madre Rosa, a sus sobrinos, familiares y amigos.