El hospital de Dénia inicia la diálisis peritoneal
La diálisis peritoneal permite al paciente realizar una actividad diaria con mayor normalidad
El paciente no tiene que acudir a las sesiones de hemodiálisis del hospital
El paciente lleva implantado un catéter por donde periódicamente introduce dos litros de un líquido provisto de determinada composición que le proporciona la capacidad de eliminar las sustancias tóxicas que genera nuestro organismo como la urea, creatinina o el potasio.
Ese líquido queda alojado, por un período de cuatro horas, en la cavidad abdominal del paciente, donde se sitúa la membrana peritoneal, que es semipermeable y que está provista de capilares por donde discurre la sangre.
El proceso de limpieza de la sangre se realiza entre la membrana y la cavidad peritoneal durante esas cuatro horas. Lo hace mediante un proceso de intercambio de difusión y convección: las sustancias tóxicas que porta la sangre que circula por la membrana peritoneal pasan a la cavidad, alojadas y disueltas en la solución líquida.
El resultado es el mismo que el que realizan las máquinas disponibles en las unidades de Hemodiálisis de los hospitales. La principal ventaja es que el propio paciente puede practicar esta técnica en su domicilio. Trascurridas las cuatro horas, desaloja el líquido en una bolsa desechable.