Festín arqueológico en el centro histórico de Dénia
Salen a la luz los restos de una vivienda andalusí del siglo XII, fragmentos de yesería con epigrafía árabe y unos graffitti del siglo XVII
La rehabilitación de un inmueble en la calle Ramón y Cajal número 8, protegido en el Catálogo Integral del Patrimonio municipal por contar con arquitecturas relevantes del siglo XVII, ha posibilitado al Servicio Municipal de Arqueología llevar a cabo una intervención arqueológica cuyos resultados han superado todas las expectativas. Las novedades se han hecho públicas esta mañana en una convocatoria a la que han asistido la concejala de Cultura, Pepa Font, el jefe del Servicio Municipal de Arqueología, Josep Antoni Gisbert, la propietaria del inmueble, Irina Davidoff, y la directora de la intervención arqueológica, Silvia Ruiz.
Los trabajos han documentado la existencia de dos viviendas de época islámica (siglo XII), una totalmente arrasada y otra en buen estado de conservación, y trazos de una calle que transcurriría paralela a la actual Ramón y Cajal.
De la vivienda se conserva parte del patio y una crujía con dos dependencias. El pavimento es de ladrillo dispuesto en forma de espiga. Los indicios apuntan a que en el centro del patio existió una jardinera central con fuente, aunque ésta última no se ha encontrado.
Pero “lo extraordinario” del descubrimiento, en palabras de Josep Antoni Gisbert, son unos fragmentos de yesería utilizada con toda probabilidad para cubrir y ornamentar los arcos de los portales de las estancias de la casa. Estas veintidós piezas, que se encuentran en proceso de limpieza, “son un verdadero tesoro para el Museo Arqueológico”.
Los fragmentos de yeso contienen grafías árabes que, según una primera valoración de un arabista experto, presentan divisas que hablan de suerte y paz. Gisbert ha añadido que yeserías de estas características podemos encontrarlas en el yacimiento arqueológico de Siyâsa, en la población murciana de Cieza.
Junto al patio de la casa andalusí se han descubierto restos de tres sepulturas, pero ya no de época musulmana, sino cristiana, como demuestra la posición de los restos y la ubicación de las fosas, “que rompen las anteriores estructuras de la casa árabe”.
Por último, los trabajos de saneado de las paredes han desvelado la existencia de unos graffiti del siglo XVII con imágenes de una barca catalana o llaüt, con gran vela triangular, acompañada por una especie de calendario en el que los autores iban marcando el paso de los días, los meses, o las estaciones mediante rayas pintadas en la pared. El personal del Servicio de Arqueología ha realizado el calco de estas inscripciones para un mejor estudio de las mismas.
La actual propietaria de la casa, Irina Davidoff, ha asegurado que todos estos hallazgos se van a conservar “al máximo” por constituir parte del patrimonio de nuestra ciudad.
El graffiti se exhibirá en su pared original, al igual que se mantendrán intactos el arco de medio punto de la entrada al inmueble y la otra arcada de tiempos de Felipe III (siglo XVII) que se conserva en el interior de la casa.
Los propietarios del local, que se convertirá en sede de la agencia inmobiliaria Davidoff Spain Properties, permitirán el acceso al público que quiera visitar estos restos de la historia de la ciudad.