Cullera transforma el Puente de Hierro con ayuda de la Diputació y lo adapta a la movilidad del siglo XXI
La intervención cofinanciada con el Ayuntamiento, con una aportación provincial de 215.000 euros, potencia el paso de peatones ampliando la acera y convierte el puente en un mirador sobre el río Júcar
La rehabilitación y modernización del histórico Puente de Hierro de Cullera ya es una realidad. El puente se abre adaptándolo a la movilidad del siglo XXI y pone en valor una infraestructura histórica declarada Bien de Relevancia Local en 2010. La transformación, con un presupuesto en torno a los 250.000 euros cofinanciado por la Diputació de València, que aporta un IFS de 214.000 euros, ha permitido devolver al puente su aspecto original mediante un proceso de restauración respetuoso y sostenible, potenciar la circulación para el paso de peatones y convertirlo en un mirador sobre el río Júcar.
El presidente de la Diputació, Toni Gaspar, ha recorrido este jueves el ‘nuevo’ puente de hierro de Cullera junto al alcalde y diputado provincial, Jordi Mayor, la diputada Mentxu Balaguer y el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente y Transición Ecológica, Bernat Escolá. Gaspar ha destacado que esta joya sobre el Júcar “es patrimonio de todas las valencianas y los valencianos”, se ha detenido en la simbología de una actuación que mira al futuro tratando de “tender puentes, no solo en tiempos de pandemia”, y ha insistido en la importancia de que sean los ayuntamientos los que decidan dónde invertir las ayudas provinciales.
Por su parte, el alcalde Jordi Mayor ha explicado que era “conveniente adaptar un puente que cada vez utilizaban más las personas con cierta peligrosidad, teniendo en cuenta que no era necesario el doble sentido de circulación con la construcción de nuevos puentes a los últimos años”. El alcalde se ha mostrado satisfecho del resultado de la obra, que deja “un puente que luce su máximo esplendor con su aspecto original, y por donde pasan los vehículos y también las personas de forma segura”.
La actuación en el puente
Por un lado, se ha actuado en el tramo central del puente, donde se ha eliminado un sentido de circulación de vehículos dejando un solo sentido de entrada en la ciudad por este punto que permitirá reducir el tráfico, se ha restaurado la estructura metálica y se han adecuado las rampas de acceso. Además, para el pavimentado se han reutilizado los adoquines históricos.
También se ha ampliado una de las aceras para que el paso de peatones tenga más de dos metros de ancho, incrementando su accesibilidad y seguridad y dotándolo también de mobiliario urbano como bancos, jardineras y una maqueta del propio puente que permite convertirlo en un punto privilegiado para la observación del río. Asimismo, se ha sustituido la iluminación actual por otra tipo LED que mejorará tanto la luz del vial como la del recorrido para las personas.
Historia
El Puente de Hierro de Cullera data del año 1905 y se construyó para sustituir al denominado puente de las barcas, precariamente hecho de madera. Se encuadra dentro de la tendencia del siglo XIX, cuando se empezó la construcción de puentes sobre el río Júcar en sustitución de las barcas y utilizando una técnica constructiva innovadora que se estaba aplicando en el resto de Europa.
Esta infraestructura es el viaducto de hierro más antiguo de la comarca y tiene un gran interés desde un punto de vista estructural, tipológico, histórico y etnológico, hasta el punto de que puede considerarse como un elemento representativo de la arqueología industrial. Tal es su importancia en el municipio que el Ayuntamiento de Cullera lo declaró Bien de Relevancia Local en 2010.
La Diputació de València ha realizado distintas actuaciones en otras infraestructuras similares en la comarca, caso del puente Alfonso XIII de Fortaleny, reabierto para peatones y ciclistas dando respuesta a una reivindicación histórica de las vecinas y vecinos del municipio.