CULLERA | URBANISMO E INFRAESTRUCTURAS

Cullera restaura el mausoleo del librepensador laicista Agustí Costa

ELPERIODIC.COM - 14/05/2018

El Ayuntamiento de Cullera ha restaurado el mausoleo de Agustí Costa Font, abogado, político y librepensador laicista cullerense, cuyo fallecimiento en 1900 impulsó del cementerio civil de Cullera. Los trabajos se han llevado a cabo por las concejalías de Servicios Exteriores y Cementerio, dirigidas por Salva Tortajada, en colaboración con el área de Patrimonio, gestionada por Amparo Jover.

El consistorio ha querido reconocer de este modo la memoria de un prohombre de la ciudad cuyo reconocimiento por parte de las autoridades locales había quedado en el olvido. También la asociación Cullera Laica había reclamado largamente una intervención para recuperar el mausoleo.

Asimismo, la concejalía de Cementerio ha habilitado una sala de ceremonias funerarias civiles en el cementerio para que se puedan celebrar entierros. Se trataba de otra de las peticiones que había hecho Cullera Laica, puesto hasta ahora se carecía de un espacio para poder despedir a los no creyentes.

«Era necesario poner en valor la figura de Costa y que el cementerio de Cullera diera respuesta a las necesidades de una gran parte de nuestra sociedad que no tiene creencias religiosas», ha manifestado Tortajada.

El concejal deja claro que estas actuaciones «tratan de que todos los sectores sociales tengan su espacio y se sientan cómodos e integrados en el cementerio. Queremos normalizar lo que debería haber sido normal hace ya muchos años en un Estado aconfesional como el nuestro».

Delimitar el cementerio civil

Las próximas actuaciones que se llevarán a cabo en el cementerio será la delimitación y señalización del antiguo cementerio civil, actualmente integrado en un departamento denominado 'Virgen del Castillo'.

Se pretende recuperar la memoria histórica de este enclave para que los cullerenses puedan conocer dónde se emplazaba esta área laica impulsada por Costa y los motivos que llevaron a su creación.

Historia

El cementerio civil de Cullera tiene su origen en la cesión gratuita al Ayuntamiento de Cullera, por parte de Enrique Costa, de un terreno que compra ex professo en la partida d'El Cabeçol, muy cerca del cementerio religioso, para albergar los restos mortales de su hermano Agustí Costa, tal y como se refleja en las Actas de las XII Jornades d'Estudis de Cullera.

El Ayuntamiento de Cullera aprobó la construcción del cementerio civil atendiendo a la ley, que desde hacía ya tiempo, obligaba a los municipios a disponer de un espacio acotado para dar sepultura a las personas que no profesaran la religión católica. Así, en octubre de 1900 el terreno donado por el hermano de Agustín Costa fue acotado con un hilo de alambre. Dos años después, en 1902, se daban por conclusas las obras de construcción de la pared de cerramiento del cementerio civil cullerense. Además, Enrique Costa reservó 16 metros cuadrados en el centro del espacio vallado para construir un panteón para su hermano Agustín, lo que hoy constituye su mausoleo, construido poco tiempo después.

Poco a poco, el cementerio católico fue 'absorbiendo' al civil hasta el punto que durante la dictadura de Franco no había apenas diferenciación entre uno y otro. En esta época se tuvo que delimitar una zona limítrofe entre ambos cementerios, levantándose unos muros de separación que dejó el antiguo cementerio muy reducido en dimensiones. A decir del estudioso Emili Renard, «quedaría reducido a una especie de corral».

La Ley 49/1978, de 3 de noviembre, de Enterramientos en Cementerios Municipales, obligaría a los ayuntamientos a proceder, en aquellos cementerios municipales donde existiesen cementerios civiles, a restablecer la comunicación con el resto del cementerio, motivo por el cual se eliminó el muro de cerramiento y se produjo la integración total con el cementerio católico.

El Ayuntamiento de Cullera declaró en sesión plenaria, el 28 de septiembre de 2010, el mausoleo de Costa como Bien de Relevancia Local y la Dirección General de Patrimonio Cultural ratificó este acuerdo e instó al consistorio a declarar «un entorno de protección» del mismo. Los técnicos municipales determinaron los límites haciéndolos coincidir con la hilera de cipreses que rodea la parcela y que —de forma muy reducida, pero testimonial— coincide con el antiguo cementerio civil de Cullera donado por la familia Costa Font.

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