Cullera logra un superávit de 2 millones en el presupuesto de 2015
El gobierno local revierte la tendencia económica y reduce en 28 puntos el endeudamiento respecto a 2014
La delicada situación por la que atraviesa la economía del Ayuntamiento de Cullera inicia un cambio de tendencia. El gobierno municipal presidido por Jordi Mayor llevará al próximo pleno ordinario de marzo la liquidación del presupuesto correspondiente al ejercicio 2015 en la que ya se atisban algunos aspectos positivos de su gestión económica.
El principal de ellos es el superávit de casi 2 millones de euros que registraron las cuentas el año pasado. Concretamente, el ejercicio se cerró con 1.981.224,79 euros positivos, lo que supone que el consistorio ingresó más de lo que gastó. Es la primera vez que el municipio más endeudado de la Ribera en términos absolutos logra una cifra positiva en este aspecto desde antes de la crisis.
En comparación con 2014, el resultado presupuestario mejora en un 280,12 % ya que en ese año el déficit de las cuentas fue de -1.099.921,32 euros. Esta diferencia positiva permitirá agilizar el pago de facturas y reducir el período medio de pago, según señala la Intervención Municipal.
El buen resultado de 2015 posibilita además que el déficit en el remanente de tesorería se reduzca un 42,52 % al pasar de -4.128.472,36 euros a -2.373.057,11 euros. El objetivo es que al final de la legislatura la situación se revierta totalmente.
Reducción de la deuda
Otro de los indicadores positivos es el que atañe al índice de endeudamiento. Éste se ha reducido en 28,32 puntos y se sitúa en el 107,75 % gracias tanto a las amortizaciones de deuda del ejercicio de 2015 como al incremento de los ingresos corrientes liquidados. No obstante, el índice sigue estando por encima del 75 % que establece como límite la legislación vigente, fruto del elevado endeudamiento que generó el anterior gobierno.
Por otra parte, otro de los problemas endémicos de la economía municipal también ha experimentado una notable mejoría: las facturas sin consignación. Si en el ejercicio de 2014 superaban el millón de euros, este año se ha logrado rebajar la cifra a 230.265,90 euros, la mayoría correspondientes a gastos que efectuó el anterior equipo de gobierno del Partido Popular, en el poder hasta junio. En este apartado, la rebaja asciende a un 77,07 %.
Por lo que respecta al pago medio a proveedores, otro de los grandes problemas heredados, éste sigue estando muy por encima del límite de 30 días estipulado por la legislación actual y se sitúa en una media de 150,74 días.
Los fondos líquidos también experimentan una notable mejoría y suben un 48,98 % al pasar de 3.761.662,97 euros en 2014 a 5.537.158,43.
El gobierno, moderadamente satisfecho
Desde el gobierno local se ha hecho una valoración moderadamente positiva de la liquidación. Tal y como explica el concejal de Hacienda, Juan Vicente Armengot, aunque la situación de las arcas sigue lastrada por la deuda heredada «el informe del interventor indica literalmente que se ha producido un cambio de vertiente produciéndose un superávit muy importante, que se espera siga en los próximos ejercicios y que permita ir cumpliendo tanto el plan de ajuste como el pago de facturas en el plazo legal».
Por su parte, el primer edil se ha mostrado satisfecho porque en medio año de gobierno se ha producido un cambio de tendencia. «Hemos puesto orden donde no lo había y, sin caer en una falsa euforia, por fin podemos dar buenas noticias sobre la gestión económica tras años de descontrol de los recursos públicos, que nos han llevado a una situación límite de colapso».
Mayor ha señalado que la fórmula que combina «austeridad y sentido común con políticas sociales funciona. Ahora, los gastos siguen el procedimiento legal adecuado con su correspondiente propuesta y retención de crédito. Los concejales se han apretado el cinturón y saben que si no hay dinero, no se puede gastar, a diferencia de lo que sucedía antes cuando el descontrol era absoluto».
Mayor ha subrayado que los resultados «ponen de relieve que las medidas de control y racionalización aplicadas dan sus frutos y que ahora hay una gestión responsable». Pese a este optimismo, el alcalde ha precisado que el consistorio todavía sigue inmerso en un plan de ajuste, que impone hasta el año 2032 unas duras condiciones económicas.