Cullera inyecta 2,7 millones de litros para mantener el nivel de la Bassa de Sant Llorenç
El Ayuntamiento de Cullera ha inyectado 2,7 millones de litros de agua en la Bassa de Sant Llorenç con la finalidad de mantener el nivel de la laguna que había bajado hasta extremos preocupantes en las últimas fechas.
La operación se ha desarrollado a lo largo de los dos últimos días y se ha efectuado por parte del Sindicato de Riegos de Cullera a través de su estación de bombeo de la acequia del Cano.
El aporte extraordinario ha vertido 10.000 litros por minuto en este espacio natural que se emplaza en la zona norte del término municipal en pleno Parque Natural de l'Albufera.
La sequía acuciante y la época veraniega han sido dos factores clave para que la Bassa haya visto de nuevo bajar sus niveles hasta dejar bajo mínimos la lámina de agua; un episodio que no es la primera que sucede ya que se ha repetido constantemente a lo largo de la última década, a tenor de los datos que maneja el consistorio.
El nuevo edil de Medio Ambiente y Transición Ecológica, Bernat Escolà, ha señalado que el trasvase se ha efectuado con el objetivo de que «la biodiversidad de la balsa no se vea seriamente afectada por esta circunstancia».
Se espera que esta inyección permita normalizar la situación aunque las autoridades municipales son conscientes de que no deja de ser una solución temporal.
Plan de restauración
Por ello, Escolà señala que el consistorio trabaja ya en la elaboración de un plan de restauración la balsa y su entorno natural.
De momento, la Administración local ha empezado a tramitar la adquisición de terrenos alrededor de la laguna para poder acceder hasta la misma. Y es que las parcelas colindantes son de propiedad privada lo que dificulta, y mucho, cualquier tipo de actuación sobre la misma.
La intención es trabajar conjuntamente con el Parque Natural para volver a recuperar una laguna que vive enormes fluctuaciones de agua a lo largo de todo el año. En verano suele bajar la cantidad de agua embalsada hasta extremos límite aunque, habitualmente, los niveles se recuperan durante las estaciones lluviosas.
Además de la sequía, la sobrexplotación de los acuíferos también afectan a la sostenibilidad de la Bassa de Sant Llorenç, que corre el peligro de salinizarse.