Cullera concluye la rehabilitación de la Torre Octogonal
El Consell invierte 325.000 euros para devolver el monumento a la normalidad
La parte restaurada en 2011 se derrumbó durante un episodio de lluvias en diciembre de hace dos años
Cullera da por concluidas las obras de rehabilitación de la Torre Octogonal del segundo albacar del Castillo. Los trabajos han servido para consolidar este monumento histórico que sufrió en diciembre de 2019 un derrumbamiento parcial como consecuencia de las filtraciones de agua y las fuertes lluvias.
La acción ha contado con un presupuesto de 325.000 euros aportados por el Consell presidido por Ximo Puig después de que la fortaleza padeciera un fuerte desprendimiento en la parte restaurada el año 2011 y no en la estructura patrimonial original.
Los trabajos de recuperación y consolidación de la fortificación del siglo XII, conformada por 14 niveles, han constado de cuatro fases y se han llevado a cabo mediante los métodos tradicionales, una novedad en este tipo de rehabilitaciones.
Para ello se han habido de fabricar piezas especiales conforme a las medidas originales y utilizando la técnica constructiva de la tapia de tierra piconada, empleando encofrados de madera, tierra, cal y grava natural como se cree que se hizo en la antigüedad.
La primera de las fases, ha explicado hoy el arqueólogo municipal, Kike Gandia, ha servido para aliviar la torre de materiales inapropiados fruto de una restauración anterior que no se ajustaba al verdadero carácter de la torre, mientras que en la segunda se han restituido volumétricamente la torre mediante sistemas del siglo XII.
En una tercera fase se ha procedido la restauración en sí dándole un color y una pátina propios y, finalmente, hay una cuarta etapa para prevenir que la torre no sufra de nuevo problemas frente a temporales de lluvia como el que, por ejemplo, el pasado viernes azotó Cullera. De esta forma se ha previsto la evacuación de aguas pluviales evitando así acumulaciones como las que llevaron al derrumbe de 2019.
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha visitado este mediodía la Torre Octogonal donde ha podido comprobar de primera mano el resultado de la restauración. A juicio del primer edil, se ha llevado a cabo en un «tiempo récord» gracias a la coordinación entre ayuntamiento y Consell, quienes «hemos demostrado nuestra sensibilidad por la preservación y recuperación de la riqueza patrimonial de Cullera», como constitutiva de «nuestra identidad colectiva así como de nuestra oferta turística».
Ahora el consistorio estudiará cómo hacer más accesible la torre para que sea más fácilmente visitable, ha añadido Mayor, quien incluso detalla que se contempla la posibilidad de una plataforma que permita subir hasta la parte alta de la Torre Octogonal desde donde las vistas son espectaculares.
La llamada Torre Octogonal forma parte del recinto fortificado conocido como segundo Albacar, que se extendía por la ladera sur del monte de Cullera. A espaldas de la fortaleza superior, la torre destaca por ser la única del recinto de forma poligonal siendo el único ejemplo de torre de planta de este tipo de la Comunitat Valenciana y uno de los pocos que se encuentran en la Península Ibérica con cronología islámica.
La última transformación de la torre se corresponde con el periodo almohade siglo XII. Los estudios arqueológicos llevados a cabo han puesto de manifiesto la importancia estratégica de la segunda Albacara del Castillo de Cullera que fue fortificado al menos dos veces durante el periodo islámico, la primera en torno al siglo XI al que sucedió un segundo momento de refuerzo de las defensas coincidiendo con el periodo de dominación árabe.