Cullera actúa para controlar la processionaria del pino
El Ayuntamiento ha intervenido para detectar y retirar las bolsas de estas orugas que han aparecido antes por el calor
El Ayuntamiento de Cullera ha actuado para controlar la procesionaria del pino. Debido a las condiciones climáticas actuales, las orugas han avanzado su ciclo vital, han empezado a descender de las copas de los pinos y por tanto se ha visto incrementada su presencia en el municipio.
Es por eso que el consistorio se ha visto obligado a intervenir en todas las zonas forestales de titularidad pública para detectar y retirar las bolsas de procesionaria. Concretamente se ha actuado en el Cabeçol, la senda de la Lloma y en el Faro.
Debido a los problemas que origina su aparición, el consistorio ha iniciado una campaña de prevención y control para evitar las consecuencias que puede generar su crecimiento.
La procesionaria del pino es un insecto propio de los pinares mediterráneos y su existencia es necesaria para el mantenimiento de la biodiversidad, puesto que forma parte de la dieta de numerosos animales insectívoros.
Los pelos urticantes de estas orugas causan irritación en piel y ojos y resultan particularmente peligrosos para las mascotas, puesto que pueden ingerirlos. Tiene que tenerse en cuenta que estos pelos son expulsados por las orugas en su desplazamiento y son dispersados por el viento, por lo cual conviene tomar las debidas precauciones.
Las mascotas pueden verse afectadas en cualquier parte del cuerpo y sobretodo en la zona bucal, ya sea por contacto directo con las orugas o por los pelos urticantes sueltos. También resulta peligroso que huelan, mastiquen o traguen las orugas o los pelos. Los tejidos afectados se inflaman y pueden llegar a necrosarse, cosa que puede ser mortal en algunos casos.
Recomendaciones
Principalmente, la procesionaria del pino tiene efectos sobre los animales y desde el consistorio se recomienda no acercarse a esta oruga puesto que pueden sufrir graves lesiones.
Para prevenirlo, evita pasear por los pinares entre finales de invierno y principios de primavera. En las proximidades de zonas afectadas, lleva a tu perro ligado y con bozal y permanece atento para evitar las orugas. Además, se recomienda no hacer paseos nocturnos por estas zonas.
Si en tu jardín hay pinos con bolsas de procesionaria, poda las ramas y elimínalas cuanto antes mejor. Cuando manipules las bolsas cubre tu cuerpo al máximo posible para evitar cualquier contacto.
Si el perro presenta síntomas no lo hagas vomitar. Lava inmediatamente la zona afectada con suero o agua bicarbonatada, sin frotar. Cuando lo hagas, protégete convenientemente para evitar daños en tu cuerpo. En todo caso, acude al centro veterinario lo más pronto posible.