Una cata a ciegas contra los prejuicios del agua potable de Cullera
Años de contaminación en los pozos de los que se ha abastecido la Ribera para consumo humano han dejado un reguero de prejuicios sobre la calidad del agua entre los vecinos, especialmente sobre el sabor o los efectos que tiene sobre la salud de las personas.
Cullera no es ajena a esta situación, por ello el ayuntamiento y la empresa mixta municipal Aigües de Cullera han organizado esta mañana una cata a ciegas de agua para que los ciudadanos puedan despojarse de muchas falsas creencias.
Las más de cien personas que se han acercado hasta la carpa ubicada en los Jardines del Mercado han tenido la oportunidad de probar hasta seis clases diferentes de agua. Tras realizar la cata a ciegas, se les ha realizado una encuesta en la que han valorado desde el aspecto visual hasta el olfativo o el sabor del líquido.
La primera impresión de los organizadores ha sido clara. En palabras de David Ribes, responsable de la calidad del agua y del servicio centralizado de potabilización de Hidraqua «el agua de la red potable de Cullera es de las que más favorecidas salen». «Cuando se les revelaba que era el agua de Cullera, la que sale de sus grifos, se han quedado sorprendidos», ha añadido.
Concretamente, Aigües de Cullera ha dado a probar agua de desaladora, agua embotellada, agua del grifo de la localidad, agua de la provincia de Alicante —mezcla de agua de desaladora y superficial—, agua de pozo y agua superficial.
En la acción, que se enmarca en el contexto de la primera Setmana Mediambiental organizada por el consistorio, han participado el concejal de Medio Ambiente, Hugo Font y el edil del Ciclo Integral del Agua, Juan Vicente Armengot, acompañados por la gerente de Aigües de Cullera, Laura Gascón.
Las autoridades municipales han defendido que el agua que se consume actualmente en los hogares cullerenses, procedente de la potabilizadora de la Ribera, se ajusta a los parámetros de calidad y seguridad. «Mucha gente cree que el agua potable es cancerígena y estamos realizando una labor pedagógica para desterrar esas falsas creencias», han destacado fuentes de Aigües de Cullera.
El perfil de los participantes en la cata ha sido variado, desde personas adultas hasta niños. «La gente ha sabido analizar los matices que su cerebro genera al probar las distintas clases de agua», ha precisado Ribes.
Es la primera vez que se realiza una cata de aguas en Cullera, una actividad en boga en los últimos tiempos especialmente en zonas afectadas por la falta de agua como la provincia de Alicante.
También se ha aprovechado para dar consejos de consumo a los usuarios. Por ejemplo, se les ha indicado que si beben agua del grifo y quieren que tenga menos presencia de cloro pueden dejarla en una jarra al aire libre para que se evapore.