¿Cuándo son útiles los separadores de dedos?
El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana ha destacado que estos dispositivos son especialmente beneficiosos cuando se utilizan en niños porque están en proceso de desarrollo y siempre han de ser prescritos por un podólogo
En el caso de los adultos, mejoran la orientación articular y la funcionalidad de las partes blandas sólo durante su uso y siempre que se utilicen caminando, nunca en reposo
Los podólogos han señalado que los dispositivos de venta en almacenes que tienen un formato estándar, pueden no ajustar en talla, en alineación o en función y, en ese caso, puede generar presiones, roces, estrangulamientos y abrasiones digitales
El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha explicado que, si bien los separadores de dedos pueden conferir algunos beneficios mediante su uso continuado, es importante tener en cuenta algunas directrices para que sean efectivos.
Desde el ICOPCV se ha explicado que lo separadores de dedos son dispositivos que se utilizan para mejorar la alineación de los dedos en toda su estructura, huesos y partes blandas. En ocasiones, esta alineación se pierde por presencia de patologías en los miembros inferiores y ello, además de generar dolor, menoscaba la función de la estructura digital.
“Los separadores, sólo mientras están puestos y caminamos mejoran y optimizan la función de los dedos desviados. En este sentido, mejoran la orientación articular y la funcionalidad de las partes blandas. Por eso, su uso en reposo no genera ningún beneficio”, ha explicado María Lozano de la Hoz, podóloga y vicepresidenta del ICOPCV.
“Los separadores únicamente tienen una acción correctora durante el crecimiento porque va tutorizando la posición del dedo mientras este se desarrolla. Por tanto, sólo previenen y ayudan a corregir, muchas veces acompañados de otros tratamientos, en niños que no han finalizado su desarrollo”, ha continuado.
Junto a esto, los podólogos han informado de que en algunas personas con patologías instauradas, éstos se usan mientras caminan y tienen una acción protectora de las estructuras digitales ya desviadas y ayudan a que no se lesionen más a causa de esta desviación.
“Fuera de estos usos, los separadores no son más que un estorbo a los dedos que deben permanecer libres y con espacio suficiente. Las correcciones en adultos no existen, dado que los huesos ya están desarrollados y caminar con dispositivos entre los dedos puede ser peligroso si no son dispositivos a medida diseñados por un podólogo”, ha enfatizado María Lozano de la Hoz.
Los podólogos han señalado que los dispositivos de venta en almacenes que tienen un formato estándar, pueden no ajustar en talla, en alineación o en función y, en ese caso, puede generar presiones, roces, estrangulamientos y abrasiones digitales.
“A nadie se le ocurre ir al supermercado a comprarse la primera ortodoncia que tengan a la venta, cada alineación es personal e individual, de la misma manera que lo es en los pies”, ha afirmado la vicepresidenta del ICOPCV.
También ha añadido que existen diferentes tipos de separadores en función de la patología concreta que se trate y las condiciones concretas de cada paciente porque hay casos en los que ante la misma patología, el mismo separador no está igual de indicado para un paciente que para otro. Esto dependerá del diagnostico realizado por un profesional de la Podología.
Por lo que se refiere, a la idoneidad o no de entrenar descalzos, los podólogos han señalado que, en términos generales, una persona sana puede entrenar descalza y obtener ciertos beneficios por ello. Sin embargo, hay que ser cauteloso en el caso de que exista alguna patología y en este caso es esencial que el profesional aconseje las indicaciones adecuadas específicas a cada paciente.
Desde el ICOPCV se ha recordado que para garantizar que estamos en manos de un profesional de la Podología y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria que se exige para esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica donde vamos a ser tratados dispone de número de registro sanitario y el podólogo esta colegiado.