CSI·F considera que aumentar la edad de jubilación en construcción provocaría hasta un 50% de bajas
La cifra ya alcanza el 15 por ciento en los trabajadores con menos de 55 años
En líneas generales, 15 por ciento de los trabajadores de este segmento laboral sufre alguna baja a lo largo del año. La mayor parte de esas bajas se prolonga entre dos semanas y hasta cinco meses. La lesión más habitual, que abarca hasta el 40 por ciento del total, es la lumbalgia. Los traumatismos diversos concentran hasta el 30 por ciento de las bajas, mientras que esguinces y contusiones suman, cada apartado, un 15 por ciento de las bajas restantes.
A partir de los 55 años la incidencia de las lesiones se duplica y puede llegar a afectar hasta el 30 por ciento del total de los empleados anualmente. Diez años después “las lesiones mal curadas, los sobreesfuerzos o la acumulación de enfermedades más propias de la edad como artrosis con las propias del oficio como lumbalgia” merman y ocasionan bajas hasta en la mitad de la plantilla.
Por ese motivo el sindicato CSI·F reclama, desde hace años, “un anticipo de la edad de jubilación a los 60 años”, ya que, a partir de esa edad, los empleados de la construcción no se encuentran en plenas condiciones para tareas como “instalar andamios o levantar ladrillos”.
Esta situación afecta a los diferentes trabajadores del sector, ya sea peón ordinario, especialista, oficial de primera de albañilería, oficial de segunda, capataz o encargado.
“A pesar de adoptar todos los requisitos de seguridad, como el uso de cascos, de arneses o de gafas en las soldaduras, existen circunstancias inevitables, como golpes en las rodillas o que te caiga un ladrillo encima, lo que a cierta edad y con el cuerpo ya maltrecho incrementa el riesgo de bajas”, sostienen desde el sector de Construcción de CSI·F.