El Archivo Municipal homenajea la tradición musical crevillentina en el Día Europeo de la Música
Ayer, 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, se realiza desde 1982 esta celebración con el objetivo de promover el intercambio cultural a través de la música
Una de las características inherentes a Crevillent y los crevillentinos es su enorme afición a la música. Prueba de ello, es que en mayo de 1841, el pleno acordó celebrar los días 30 y 31 de mayo, los festejos en honor al recién nombrado regente del Reino, el duque de la Victoria, el capitán general Joaquín Baldomero Fernández-Espartero.
El Ayuntamiento, en cumplimiento de la orden de la Diputación Provincial de Alicante, emitió un bando para que los adornaran las fachadas de sus casas “con gallardetas y colgaduras, e iluminen por las noches las mismas”, actos que incluían una misa Te Deum y sermón, y una procesión cívica con el retrato del duque de la Victoria, acompañada por la música del batallón militar.
A partir de 1860, este batallón fue sustituido por la banda de música de Crevillent, presente en las inauguraciones de edificios públicos y fiestas más relevantes como San Cayetano, Corpus Christi, San Francisco o San Felipe Neri, así como el Carnaval, los festejos del fin de siglo o las tradicionales serenatas a las novias -que no podían celebrarse después de las doce de la noche, sin autorización previa-, actuaciones anuales concertadas con el Ayuntamiento desde entonces.
Junto a la banda de música, en 1891, nace el Orfeón Crevillentino, el segundo más antiguo de España, un año que comenzó con “lluvias intensas y la sierra vestida de gala, pues la nieve cubría la mayor parte”, cuando nuestra población ya tenía una intensa vida cultural con un teatro y la sociedad cultural Centro de la Unión, que publicaba su propio periódico local.
Casi dos siglos de tradición musical crevillentina que hemos sabido conservar a lo largo del tiempo y de la que el Archivo Municipal Clara Campoamor da testimonio a través de su documentación.