La EPI contempla la integración de 700 expertos en innovación al año en el tejido empresarial hasta 2015
La EPI persigue incrementar el capital humano especializado en las empresas valencianas
La EPI logrará que la industria valenciana alcance entre el 15 y el 20% del PIB, con la movilización de 1.050 millones de euros
Organizaciones empresariales y sindicatos han respaldado ampliamente la nueva estrategia
Decisiones como esta, ayudarán a que en 2015 la industria valenciana represente entre el 15 y el 20% del PIB, recobrando así los niveles anteriores a la crisis. Esto será posible gracias a la movilización de 1.050 millones de euros. De este modo, la Generalitat pretende agilizar la recuperación económica y desarrollar a la vez un tejido industrial más potente y diversificado y de mayor tamaño.
La EPI 2010-2015, se ha consolidado como el itinerario a seguir para sentar las bases de un nuevo modelo industrial. Y así lo ha demostrado la buena acogida que ha tenido el documento, ampliamente respaldado tanto por las organizaciones empresariales como por los sindicatos.
Vicente Rambla ya se ha reunido con organizaciones empresariales, sindicatos y con representantes del sector empresarial de Castellón. El Vicepresidente tiene previsto continuar la ronda de contactos para exponer los puntos clave de la EPI 2010-2015 a todos los sectores implicados, logrando así el mayor consenso para el desarrollo del documento.
Mediante la incorporación paulatina de un mayor número de expertos a las empresas e institutos tecnológicos, la Generalitat pretende integrar la innovación tecnológica y organizativa en los sectores consolidados de la economía valenciana, así como desarrollar otros ámbitos económicos nuevos. La finalidad última es incrementar la competitividad de las empresas de la Comunitat así como la intensidad tecnológica de sus productos.
11.000 expertos más en 2015
El Consell prevé que en 2015, el tejido empresarial valenciano y los institutos tecnológicos contarán con alrededor de 11.000 expertos más en el campo de la innovación, integrados en todos los niveles del proceso productivo.
El nuevo modelo organizativo requiere personal especializado, capaz de detectar nuevas oportunidades de negocio mediante la inteligencia competitiva. Se trata, en definitiva, de optimizar al máximo la cadena de valor de la empresa y de crear sinergias que doten de valor añadido tanto los procesos como los productos.
El capital humano constituye la principal fuente de riqueza en la sociedad del conocimiento. Por ello, el nuevo modelo de competitividad debe basarse necesariamente en las personas como agente de cambio. La formación, el emprendedurismo y la cultura de la innovación constituyen la condición necesaria para incrementar la competitividad y alcanzar la excelencia operativa.