El Consell diseña un plan integral para orientar la producción de vino hacia las tendencias del mercado
Esta iniciativa, que se lleva a cabo en consenso con los productores y tiene un horizonte de 5 años, busca dotar al sector vitivinícola de herramientas tecnológicas que permitan la transición hacia una agricultura basada en la demanda. En esta programación trabajarán el Instituto de Viticultura y Enología de la Comunitat Valenciana y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, ambos dependientes de la Generalitat.
Entre los objetivos del plan se encuentra la puesta en marcha de un laboratorio de tendencias que estudie la demanda de vinos en los mercados consolidados y también en los emergentes, atendiendo al tipo y características de los caldos así como a su presentación.
Además, se aplicarán nuevas prácticas enológicas alternativas a los sistemas tradicionales, se identificarán las condiciones óptimas de vendimia -momento de recolección, transporte, primera manipulación-, y estudiar las mejores condiciones de riego y fertilización de la viña.
La estrategia contempla también la recuperación y promoción de las variedades autóctonas como la bobal, la monastrell, la merseguera y la moscatel avanzando en la mejora genética del material vegetal.
La experimentación y análisis de métodos de lucha contra posibles enfermedades es otra de las líneas de trabajo. En este sentido, se pondrá especial atención al control de plagas y enfermedades de la viña basados en la utilización de métodos inofensivos para la planta, en el ámbito del Proyecto Cero.
El Plan Integral de I+D+i en Viticultura y Enología estará sometido a seguimiento por una comisión compuesta por miembros de todas las organizaciones representativas del sector.
En la Comunitat Valenciana existen 73.000 hectáreas destinadas al cultivo de uva de vinificación, que dan una producción anual de 2,7 millones de hectolitros de vino. Las variedades más cultivadas son la Bobal, Monastrell y Tempranillo.