La Comunitat Valenciana recibe 2,3 millones para las ayudas a inversiones de la Intervención Sectorial Vitivinícola para 2025 y 2026
Esta inyección económica refuerza la competitividad de las empresas y promueve mejoras tecnológicas, desarrollos de nuevos productos o mejoras en la eficiencia de los procesos
La Comunitat Valenciana recibe un total de 2.355.653,82 euros de las ayudas a inversiones de la Intervención Sectorial Vitivinícola para las anualidades de 2025 y 2026.
En el mes de julio se ha resuelto la concesión de estas ayudas, y ya se ha notificado a las empresas beneficiarias valencianas, que son 18.
La distribución de fondos para esta segunda convocatoria de ayudas a las comunidades autónomas se acordó en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural del 17 de junio.
Estas solicitudes de la Comunitat Valenciana suponen una inversión de 5.889.134,55 euros, que se ejecutarán en dos anualidades: 1.786.354,14 euros en 2025 y 569.299,68 euros en 2026, lo que supone una intensidad media de ayuda del 40%.
Las inversiones contempladas en esta ayuda sectorial están destinadas a mejorar la competitividad de las empresas promoviendo mejoras tecnológicas, desarrollos de nuevos productos o mejoras en la eficiencia de los procesos.
Por tanto, es fundamental mantener el apoyo para que la industria enológica se continúe asentando en el territorio valenciano y ejerza el empuje necesario que abra nuevos mercados a nuestros vinos y productos del sector vitivinícola.
Así, estas ayudas van destinadas a apoyar inversiones materiales e inmateriales en instalaciones de transformación e infraestructuras vinícolas, así como en estructuras e instrumentos de comercialización, incluso con el fin de mejorar el ahorro de energía, la eficiencia energética global y los procesos sostenibles.
En concreto, comprende la construcción, adquisición o mejora de bienes inmuebles; la compra de nueva maquinaria y equipo hasta el valor de mercado del producto.
Dentro de estos gastos quedan incluidas las inversiones en activos materiales consistentes en sistemas que generen energía, siempre que la cantidad de energía anual generada no supere la cantidad de energía consumida anualmente en las instalaciones objeto de la inversión.
También se incluyen gastos administrativos como honorarios de arquitectura, ingeniería y asesoría y la adquisición o desarrollo de soportes lógicos de ordenador y adquisición de patentes, licencias, derechos de autor y el registro de marcas colectivas.