Compromís urge la modificación del Código Penal para acabar con los delitos por blasfemias y otros fundamentalistas
Mulet recuerda que el Juzgado de lo Penal sentenció que los insultos a Dios y a la Virgen no son delito y reclama respeto por la libertad de expresión y pensamiento
La Comisión de Justicia debatirá una moción de la coalición el jueves
Tras la reciente sentencia absolutoria a Willy Toledo, la coalición valenciana Compromís propone en la Comisión de Justicia de la próxima semana acabar con los delitos como el escarnio, al que se acogen determinados colectivos fundamentalistas religiosos para reprimir las opiniones expresadas en redes sociales. El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha explicado que la moción insta al Gobierno a impulsar los trámites y el procedimiento para la derogación del artículo 525 del Código Penal.
“Hemos visto demasiados casos de tuiteros, humoristas o músicos que se enfrentan a años de cárcel por hacer chistes o expresar sus opiniones religiosas como consecuencia de un código penal arcaico no equiparable a los estados modernos, manteniendo delitos que sostienen grupos fundamentalistas y gente que, si pudiera, quemaría en la hoguera a la gente por expresar sus ideas u opiniones”, indica el senador.
La coalición se fija en el artículo 525, que bajo la denominación eufemística de ofensas a los sentimientos religiosos deja que la blasfemia o el escarnio pervivan todavía hoy, con penas de multa de ocho a doce meses. “Este artículo sigue siendo la puerta de entrada a que se admitan las denuncias ante los tribunales contra quienes satirizan sobre asuntos religiosos, que se ven forzados a la pena del banquillo, a pesar que no existen prácticamente condenas por estos delitos contra los sentimientos religiosos, a la vez que el Consejo de Europa o el Tribunal de los Derechos Humanos han pedido la despenalización de estos delitos de blasfemia”, agrega.
Para Mulet “urge acabar con esta contradicción de no poder criticar la honorabilidad del rey o sus privilegios, de amenazar con cárcel. La libertad de expresión no se tiene que adaptar a los que a determinados colectivos les parezca lo correcto” y recuerda que “el artículo 525 del Código Penal es innecesario y sigue manteniendo un delito de blasfemia camuflado como ofensas religiosas”.
La coalición lamenta que el actual Gobierno siga manteniendo figuras en el Código Penal que criminalizan la libertad de expresión o la Ley Mordaza que se sigue aplicando implacablemente para callar críticas legítimas a instituciones podridas y ha reclamado que “se respete la libertad ideológica y se persiga a quienes realmente encabezan los delitos que se dan en este país en vez de los ataques individuales que están permitiendo a artistas, periodistas o músicos”.