Compromís propone incorporar el patrimonio del frío al Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano
Pla: "Hay que dotar a los ayuntamientos de una línea de subvenciones para la rehabilitación y protección de esta parte de nuestra historia"
El diputado de Compromís y presidente de la Comisión de Educación y Cultura en las Corts, Jesús Pla, ha presentado una proposición no de ley para que se complete el trabajo de identificación del patrimonio valenciano del frío, con la colaboración de las entidades locales y la sociedad civil. El objetivo es actualizar el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano (IGPCV) y que se incorpore todo el patrimonio del frío que actualmente se encuentra dentro del catálogo de otros inventarios sectoriales no incluidos en el IGPCV pero que, con la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano, son bienes de relevancia local.
Según el diputado Pla, “actualmente podemos clasificar el patrimonio inmueble valenciano relacionado con el comercio del frío en neveras, cavas, pozos de nieve, hornos de nieve o casas de nieve y ventisqueros, ventiscleros, hieleros u hoyos. A principios de este siglo se conocían más de trescientos depósitos de nieve de los cuales aproximadamente el 20 por ciento habían desaparecido por completo. En cuanto a inventarios, los trabajos de referencia son los de Cruz y Segura, completados posteriormente con los de Vicedo y Ramírez para las comarcas alicantinas, y varios trabajos de Pascual Boira sobre depósitos de las comarcas septentrionales y otras en colaboración con Ximo Tormo i Bataller sobre la Vall d'Albaida y la Sierra de Mariola”.
“Y en cuanto a la Ley 5/2007, de modificación de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, hay que recordar que introdujo la Disposición Adicional Quinta donde se otorgaba el reconocimiento de Bienes inmuebles de Relevancia Local a los pozos o casas de nieve o neveras. Sin embargo, muchas neveras y ventisqueros figuran todavía en el catálogo de otros inventarios sectoriales no incluidos en el IPGCV. Por eso hay que completar, en colaboración con las entidades locales y con la ciudadanía, los trabajos de identificación de este patrimonio y que este figure correctamente dentro del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano”.
“La catalogación, así como, sobre todo, la recuperación, rehabilitación y protección de este patrimonio, hace falta que vaya acompañada de una convocatoria de subvenciones para que las entidades locales puedan contar con recursos suficientes para llevar a cabo estas tareas de recuperación de esta parte de nuestra historia. Esto, además, comportaría un impulso económico al sector turístico de las comarcas interiores valencianas, sector que sufre una precariedad generalizada a la que ahora hay que sumar la paralización económica provocada por la COVID-19”, ha añadido el diputado Pla.
Entre mediados del siglo XVI y comienzos del XIX –fechas variables según autores– tuvo lugar la ‘Pequeña Edad del Hielo’, un periodo climático que llevó inviernos muy fríos a muchas partes del mundo. En este contexto, en nuestro país se creó una extensa red de neveras y ventisqueros en lugares donde hoy casi no se reciben precipitaciones en forma de nieve, las cuales servían tanto para hacer la cosecha del frío en forma de nieve y de hielo, tanto como para su conservación.
“La distribución de neveras y ventisqueros valencianos está ligada con una característica territorial del Mediterráneo: el contraste entre dos ámbitos físicos como son el litoral y la montaña. La costa ha sido la gran consumidora de nieve, mientras que la montaña ha sido la proveedora de frío. Entre las muestras que tenemos actualmente destacan algunos depósitos de la Sierra de Mariola como la Cava Grande de Agres o la cava de Don Miguel de Bocairent o el conjunto de la Bellida (Sacanyet), las cuales muy bien podrían hacer el papel de iconos de la densa red de construcciones del frío”, ha explicado.
“Para finalizar, la puesta en valor del patrimonio histórico valenciano relacionado con el frío tiene que ir unida a la educación patrimonial y la digitalización. Por un lado, con la inclusión de aspectos didácticos relacionados con el patrimonio del frío para ser desarrollados en compañía de los centros, así como con la organización de visitas escolares a estos espacios. Y de otra, con la elaboración de archivos digitales que facilitan el conocimiento y reconocimiento del valor de estas construcciones, tanto en la comunidad educativa, como en la población en general”, ha concluido el diputado Jesús Pla.