Compromís participa en una reunión de ecologistas y diputados con afectados de Fukushima
El diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha participado esta mañana en una reunión junto con otros parlamentarios, miembros de la comisión de Medio Ambiente de la cámara baja y representantes de Greenpeace con Sadako Monma, directora de una guardería en Fukushima.
El encuentro se ha realizado con motivo de la presentación del informe de Greenpeace sobre lo ocurrido en Fukushima y Monma ha sido invitada para dar testimonio de primera mano de la gran catástrofe humana y medioambiental sufrida en el país nipón.
Según la información transmitida en la reunión, se estima que los costes totales del accidente de Fukushima, incluidas las indemnizaciones y la clausura de los seis reactores de la central Fukushima Daiichi, se elevarían a 500-650 mil millones de dólares estadounidenses. La legislación japonesa establece que el operador de un reactor nuclear debería hacerse totalmente cargo de los costes de un desastre pero, en la práctica, será la población japonesa quien pagará la casi totalidad de esos costes a través de sus impuestos y no la industria nuclear. En el caso del estado español, con la legislación actual, la compañía ni siquiera tiene que hacerse totalmente cargo por que la responsabilidad está limitada a 1.200 millones de euros.
Los errores cometidos en Japón se repiten en todos los países del mundo donde hay reactores nucleares. Ningún reactor es seguro y no hay sistema de regulación capaz de garantizar seguridad total para estas instalaciones. Además, incluso después de que la industria nuclear lleva funcionando 60 años, ninguno de los defensores de esta energía puede afirmar con certeza que existe una forma segura de almacenar los residuos radiactivos de alta actividad durante cientos de miles de años.
Cabe recordar que el Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión del 1 de abril de 2011, acordó instar al Gobierno para que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que depende del Parlamento, revisara, en todas las posibles situaciones consideradas como excepcionales, las centrales nucleares ubicadas en el estado y, todos los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados apoyaron, sin excepción, en sesión plenaria, la realización de ese conjunto de pruebas de resistencia.
No obstante, y según ha recordado Greenpeace, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no ha respetado íntegramente el mandato del Pleno del Congreso de los Diputados, ya que no ha incluido entre esas pruebas las relativas al análisis de resistencia y grado de vulnerabilidad de las instalaciones nucleares frente a posibles ataques terroristas y sabotajes o ciberataques, la resistencia de los sistemas de contención ante impacto de aeronaves (por accidente o ataque terrorista). Así mismo ha abordado de forma incompleta el punto referente a los efectos del cambio climático y su incidencia en los parámetros considerados en los procesos de diseño de las centrales.
Según Joan Baldoví, “el encuentro con Sadako Monma ha sido muy interesante porque nos ha transmitido de primera mano cómo vive la población civil una tragedia nuclear como la de Fukushima y que nos puede pasar también a nosotros, por eso, todavía estamos a tiempo para aprender de los errores de los demás y evitar que nos veamos en una situación similar y la solución pasa por acabar con las centrales nucleares y apostar por las energías renovables y limpias”.
De hecho, Compromís en las Cortes Valencianas ha solicitado una reunión de la Comisión de Seguridad Nuclear del parlamento valenciano, a instancias del diputado Juan Ponce, quien ha preguntado al director de la central nuclear de Cofrentes “si ha aprendido de los sucesos de Fukushima”.
