Compromís se opone a las incineradoras de basuras por su alto conste económico y medioambiental
La diputada de Iniciativa y portavoz adjunta de Compromís, Mireia Mollà, ha manifestado hoy la oposición de su grupo parlamentario a la construcción de las incineradoras de residuos urbanos que tiene previstas el Consell.
Para Mollà "los retrasos en construir los centros de tratamiento de basuras no son una casualidad y tienen como objetivo justificar ahora la urgencia del Consell en construir incineradoras para deshacerse de las basuras acumuladas en vertederos".
"La responsabilidad de la que huye el PP y que intenta solucionar con incineradoras es inaceptable y Compromís va a luchar para frenar la construcción de estas incineradoras en cualquier parte de nuestro territorio".
"Por más que insistan en el uso de tecnología que reduzca al mínimo los humos y las cenizas, al final estos residuos son altamente contaminantes y son liberados a la atmósfera o acumulados en vertederos especiales -ha añadido la diputada ecosocialista- y todo esto a un coste que es inaceptable existiendo otras formas de tratar los residuos, empezando por su reducción en origen o su vuelta a la cadena productiva como materia prima. Mucha de la basura que acaba en vertederos es perfectamente reutilizable y además de que su correcto tratamiento genera empleo, reduce el impacto medioambiental y potencia un sector que está en alza y que debe ser apoyado".
"Desde Compromís consideramos que la gestión de los residuos ha de ser integral empezando desde la cadena de producción para reducir embalajes y continuar en la fase de consumo para lograr reducir, reutilizar y separar. De esta forma llegaríamos a la fase de reciclado con la menor cantidad posible de residuos. Lo que realmente ha de llegar a los vertederos ha de ser el producto de rechazo pero todo lo que hay antes que eso se puede reducir en porcentajes mucho más altos", ha apuntado Mollà.
Los productos con origen en hospitales u otros centros que producen residuos que no deben ser tratados, deberían ser eliminados en origen o acumulados en centros especiales hasta su total descontaminación y posteriormente tratados, pero estos residuos son mínimos en comparación con las toneladas de residuos urbanos que generamos los ciudadanos.
"Da la sensación -ha señalado la parlamentaria- que alguien ha visto un negocio en estas plantas y está presionando al Consell, desde dentro, para hacerse con las contratas de la construcción y gestión de las incineradoras y obligar a llevar allí la mayor parte de las basuras y cobrar por tonelada incinerada. Quien controle esas incineradoras, a falta de otras soluciones, obtendrá grandes partidas presupuestarias de la Generalitat".