Una compañía de telefonía cobra 600 euros a un valenciano por una falsa permanencia
Facua logra que la empresa devuelva el dinero cobrado
Para evitar la fuga de un cliente insatisfecho, Vodafone se comprometió a mejorar las condiciones del contrato en peligro y a no atribuirle ninguna permanencia. Pero lo que hizo la teleco fue seguir incumpliendo la calidad ofertada, darle de alta en servicios que no había contratado e inventarse 600 euros de permanencia. Tras la denuncia de FACUA Comunidad Valenciana ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, el organismo ha resuelto que la compañía debe anular la cantidad que le exigía y devolverle 280 euros.
Todo empezó a comienzos de 2019, cuando Carlo Cortesi solicitó una portabilidad de su compañía telefónica, Vodafone, a otra que le ofrecía mejores condiciones.
Cuenta que los comerciales de la empresa se batieron el cobre para que se quedara. En el tira y afloja de la negociación, el afectado recuerda haber reiterado varias veces una sola condición, a la que, como veremos, no renunciaría: no pensaba comprometerse a ningún tiempo de permanencia. Dejando esto explícitamente claro, y en virtud de la mejora en las condiciones de su contrato, aceptó quedarse.
Hasta 20 veces: "Oye, que os habéis equivocado..."
Nunca llegó a estar contento con su decisión. Y es que nunca disfrutó de mejoras pactadas, como la velocidad de la fibra óptica. Le llegaban correos con diferentes números de pedidos; días más tarde, facturas equivocadas, infladas. Carlo asegura que pasó horas al teléfono y respondiendo mails. Así, por su cuenta, consiguió que le devolviesen buena parte de lo cobrado indebidamente.
"Creo que me dieron de alta como cuatro veces distintas. Yo les llamaba y les reenviaba el email original con las condiciones que había firmado. Lo tuve que hacer como 20 veces: 'Oye, que me habéis dado de alta con condiciones que no son'", rememora Carlo, escenificando la paciencia con la que trataba hacer entrar en razón a los de Atención al Cliente.
Finalmente, en noviembre de 2019, decidió suspender toda relación comercial con Vodafone. Llamó en distintas ocasiones para verificar que, tal y como habían acordado, no iban a cobrarle permanencia, recibiendo una respuesta afirmativa.
Primero no tiene permanencia y luego se la intentan cobrar
Sin embargo, empezó a recibir llamadas de empresas de recobros. "Yo hablaba con ellos y con Vodafone, y les enviaba la documentación que tenía", recuerda el afectado. "Con la primera empresa de recobros conseguí que dejasen de llamarme. Entonces empezaron a molestarme los de una segunda. Y hubo hasta una tercera", protesta.
Fue entonces cuando decidió acudir a FACUA Comunidad Valenciana, de la que era socio desde hacía un par de años. El equipo jurídico de la asociación, tras una concienzuda exposición de los hechos y una no menos exhaustiva fundamentación jurídica, solicitaba en su escrito de reclamación a Vodafone que cejara en su empeño de cobrar más de 600 euros de permanencia; que devolviese los 280 euros aún pendientes, cobrados por el desaguisado de las facturas de servicios no solicitados y las ofertas mal aplicadas, y, por último, que procediese a borrar el nombre de Carlo de cualquier resgistro de morosos en el que lo hubiesen hecho figurar.
Ni esta ni una segunda reclamación surtieron efecto. Finalmente, Vodafone fue llevado ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.
El cliente también puede grabar las conversaciones
En su resolución, la oficina, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital da la razón al socio de FACUA y conmina a Vodafone a cumplir las tres peticiones originalmente formuladas, lo que ya ha ocurrido.
Carlo cuenta que trata de resolver los asuntos por su cuenta: "Me muevo con atención. Estoy atento siempre a las condiciones. Y además grabo las conversaciones". Dice que, después de escuchar que una conversación puede ser grabada, él responde por su parte si la puede grabar él, y lo hace. Así dispone de pruebas en futuras reclamaciones.
Pese a su celo, asegura no temer muy claro si habría podido ganar a Vodafone en este caso. "Claro. Evidentemente. Por supuesto", responde categórico el afectado al preguntarle si se siente satisfecho con el desenlace de esta historia.