Clemente señala que el PSOE va a llevar el Estatuto de Castilla-La Mancha hasta el final “condenando a la sequía a la Comunitat Valenciana”
El secretario general acusa a Pajín “de volver a sacar a la palestra las desaladoras que los socialistas prometen y luego no hacen cuando todos sabemos que el agua desalada no es la solución”
“Los socialistas valencianos deberían decir claramente qué piensan votar en el Congreso y en el Senado y dejarse de mentiras y excusas. Deben aclarar si apuestan por el progreso de la Comunitat Valenciana”
Clemente ha acusado a Pajín “de volver a sacar a la palestra el tema de las desaladoras que los socialistas prometen y luego no hacen cuando todos sabemos que el agua desalada no es la solución, tan sólo es un complemento puntual a la falta de agua, y por supuesto no es lo que hay que hacer como alternativa al trasvase Tajo-Segura si los socialistas lo eliminan”. “La única alternativa viable medioambiental y económicamente es el propio mantenimiento del Tajo-Segura”, ha subrayado.
Para el secretario general “los socialistas ya planificaron una costa valenciana llena de desaladoras como alternativa al Ebro, seis años después no han construido casi ninguna porque el agua desalada es cara, los agricultores no la quieren, los ciudadanos tampoco y el coste ambiental es muy alta para la rentabilidad que se obtiene”.
En este sentido, Clemente ha apuntado que “los socialistas valencianos deberían decir claramente qué piensan votar en el Congreso y en el Senado y dejarse de mentiras y excusas. Deben aclarar si apuestan por el progreso de la Comunitat Valenciana”
“Pajín debería dejar claro qué ordenes va a dar al PSPV porque después del robo de Benidorm está claro que va a poner por delante sus intereses personales sobre el interés de los valencianos”, añadiendo que “esperemos que esta vez los valencianos no vuelvan a ser los últimos para el Gobierno socialista y el PSOE”.
Por último, Clemente ha apostado “porque los socialistas se replanteen la reserva hídrica de 4.000 hm3 y decidan apostar porque todas las comunidades tengan derecho al agua y se mantenga el principio de solidaridad interterritorial que Zapatero dinamitó cuando derogó el trasvase del Ebro”.
